—¿Conocen ustedes a Labán, el hijo de Nahor? —volvió a preguntar. —Sí, lo conocemos —respondieron.
Y él les dijo: ¿Conocéis á Labán, hijo de Nachôr? Y ellos dijeron: Sí, le conocemos.
Él les dijo: ¿Conocéis a Labán hijo de Nacor? Y ellos dijeron: Sí, le conocemos.
—¿Conocéis a Labán hijo de Nacor? —volvió a preguntar. —Sí, lo conocemos —respondieron.
Y él les dijo: ¿Conocéis a Labán, hijo de Nacor? Y ellos dijeron: Sí, le conocemos.
Y elles dixo, Conoceys à Labã hijo de Nachor? y ellos dixeron, Si conocemos.
—¿Conocen ustedes a Labán, el hijo de Nahor? —volvió a preguntar. —Sí, lo conocemos —respondieron.
—¿Conocen ustedes a Labán, el hijo de Nahor? —volvió a preguntar. —Sí, lo conocemos —respondieron.
Jacob volvió a preguntar: — ¿Conocen a Labán, el hijo de Najor? Ellos contentaron: — Sí, lo conocemos.
Entonces les dijo: ¿Conocéis a Labán, hijo de Nacor? Y ellos respondieron: Lo conocemos.
Entonces Jacob les preguntó: —¿Conocen a Labán, el hijo de Najor? Ellos respondieron: —Sí lo conocemos.
Jacob volvió a preguntar: —¿Conocen a Labán, el hijo de Najor? Ellos contestaron: —Sí, lo conocemos.
―¿Conocen a un tal Labán hijo de Najor? —les volvió a preguntar. ―¡Claro que sí lo conocemos! —le contestaron.
Entonces les dijo: «¿Conocen a Labán, hijo de Nacor?». «Lo conocemos», le respondieron.
—¿Conocen allí a un hombre llamado Labán, el nieto de Nacor? —les preguntó. —Sí, lo conocemos —contestaron.
—¿Conocen a Labán, el hijo de Najor? —volvió a preguntar Jacob. —Claro que sí —respondieron.
Les preguntó: ¿Conocen a Labán, hijo de Nacor? Contestaron: Lo conocemos.
Él les preguntó: —¿Conocen a Labán hijo de Nacor? Ellos le respondieron: —Sí, lo conocemos.
Les dijo entonces: «¿Conocen ustedes a Labán, el hijo de Najor?» Y ellos dijeron: «Sí, lo conocemos.»
Y él les dijo: ¿Conocéis á Labán, hijo de Nachôr? Y ellos dijeron: Sí, le conocemos.
volvió a preguntarles: —¿Conocen ustedes a Labán, el nieto de Nahor? —¡Claro que sí lo conocemos! —contestaron.
volvió a preguntarles: —¿Conocen ustedes a Labán, el nieto de Nahor? —¡Claro que sí lo conocemos! —contestaron.
Es conveniente tener continuamente presente el versículo Génesis, 29:5 de La Sagrada Biblia con el fin de meditar en torno a él.Seguramente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo Génesis, 29:5? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos aprendido gracias al versículo Génesis, 29:5 de la Santa Biblia?
Reflexionar en relación con el versículo Génesis, 29:5 nos es de gran ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es bueno acudir al versículo Génesis, 29:5 todas y cada una de las veces que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber en qué forma acturar o para traer la tranquilidad a nuestros corazones y almas.