¡Maldito el día en que nací! ¡Que el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito!
Maldito el día en que nací: el día en que mi madre me parió no sea bendito.
Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito.
¡Maldito el día en que nací! ¡Que no sea bendecido el día en que mi madre me dio a luz!
Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito.
¶ Maldito ſea el dia en que naci: el dia que mi madre me parió no ſea bendito.
¡Maldito el día en que nací! ¡Que el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito!
¡Maldito el día en que nací! ¡Que el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito!
¡Maldito el día en que nací; no sea bendito el día en que me dio a luz mi madre!
Maldito el día en que nací; el día en que me dio a luz mi madre no sea bendito.
Maldito sea el día en que nací; maldito sea el día en que mi mamá me trajo al mundo.
¡Maldito el día en que nací; no sea bendito el día en que me dio a luz mi madre!
¡Maldito el día en que nací! ¡Para nada sea recordado con alegría el día que mi madre me dio a luz!
¶Maldito el día en que nací; El día en que mi madre me dio a luz no sea bendito.
¡Sin embargo, maldigo el día en que nací! Que nadie celebre el día de mi nacimiento.
¡Maldito el día en que nací! ¡El día en que mi madre me dio a luz no sea bendito!
Maldito el día cuando nací. No sea bendecido el día cuando mi madre me dio a luz.
Maldito sea el día en que nací; no sea bendito el día en que mi madre me dio a luz.
¡Pero maldito sea el día en que nací! ¡Maldito el día en que mi madre me dio a luz!
Maldito el día en que nací: el día en que mi madre me parió no sea bendito.
»¡Maldito el día en que nací! Maldito el que le dijo a mi padre: “¡Te felicito! ¡Tuviste un hijo varón!”
»¡Maldito el día en que nací! Maldito el que le dijo a mi padre: “¡Te felicito! ¡Tuviste un hijo varón!”
El versiculo Jeremías, 20:14 de La Sagrada Biblia consiste en algo que es muy recomendable tener en todo momento presente con el objetivo de reflexionar sobre él.Probablemente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué pretendía proponernos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Jeremías, 20:14? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana seremos capaces de aplicar aquello que aprendemos gracias al versículo Jeremías, 20:14 de La Sagrada Biblia?
Discurrir y recapacitar en torno a lo que se refiere el versículo Jeremías, 20:14 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la razón por la cual es aconsejable acudir al versículo Jeremías, 20:14 cuando creamos que pueda servirnos de guía de modo que podamos saber cómo actuar o para traer la paz a nuestros corazones.