4 (5) Llegué a sentirme echado de tu presencia; pensé que no volvería a ver tu santo templo.
Echásteme en el profundo, en medio de los mares, Y rodeóme la corriente; Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.
Entonces dije: Desechado soy de delante de tus ojos; Mas aún veré tu santo templo.
Entonces dije: “Desechado soy de delante de tus ojos, mas aún veré tu santo Templo.”
Y yo dije: Echado soy de delante de tus ojos; Mas aún veré el santo templo tuyo.
Echasteme enel profundo, en medio de las mares, y la corriente me rodeó: todas tus ondas y todas tus olas paſſaron ſobre mi.
Me arrojaste a lo más hondo del mar, y las corrientes me envolvieron. Las grandes olas que tú mandas pasaban sobre mí.
4 (5) Llegué a sentirme echado de tu presencia; pensé que no volvería a ver tu santo templo.
Me arrojaste a las simas del mar, sus corrientes me cercaron, tu recio oleaje me arrolló.
Entonces dije: «He sido expulsado de delante de tus ojos; sin embargo volveré a mirar hacia tu santo templo».
Pensé: “Me has echado de tu presencia, pero así y todo yo seguiré rogando hacia tu santo templo”.
Me arrojaste a las simas del mar, sus corrientes me cercaron, tu recio oleaje me arrolló.
Entonces dije: “He sido arrojado de tu presencia. ¿Cómo me será posible volver a visitar tu santo templo de Jerusalén?”.
Entonces dije: “He sido expulsado de delante de Tus ojos; Sin embargo, volveré a mirar hacia Tu santo templo”.
Entonces dije: “Oh SEÑOR, me has expulsado de tu presencia; aun así volveré a mirar hacia tu santo templo”.
Y pensé: “He sido expulsado de tu presencia. ¿Cómo volveré a contemplar tu santo templo?”
Me dije: Desechado soy de tu Presencia, pero aún veré tu santo Templo.
Yo dije: Expulsado soy de delante de tus ojos; pero aún he de ver tu santo templo.
Entonces dije: “Me has desechado delante de tus ojos, pero todavía he de ver tu santo templo.”
Y yo dije: Echado soy de delante de tus ojos: Mas aun veré tu santo templo.
4 (5) »Llegué a pensar que ya no me querías, que no volvería a entrar en tu templo.
4 (5) »Llegué a pensar que ya no me querías, que no volvería a entrar en tu templo.
El versiculo Jonás, 2:4 de La Santa Biblia es algo que hay que tener siempre presente con el objetivo de reflexionar sobre él.Quizás deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué intentaba proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo Jonás, 2:4? ¿En qué momentos de nuestro día a día tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Jonás, 2:4 de La Biblia?
El hecho de reflexionar en relación con el versículo Jonás, 2:4 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la cuestión por la cual es bueno apoyarse en el versículo Jonás, 2:4 cuando creamos que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.