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Jonás, 2:6

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Jonás, 2:6

6 (7) Me hundí hasta el fondo de la tierra; ¡ya me sentía su eterno prisionero! Pero tú, Señor, mi Dios, me salvaste de la muerte.


Las aguas me rodearon hasta el alma, Rodeóme el abismo; La ova se enredó á mi cabeza.


Descendí a los cimientos de los montes; La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.


Descendí a los cimientos de los montes. La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre; mas tú sacaste mi vida de la sepultura, Jehová, Dios mío.


Descendí a las raíces de los montes; la tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre; mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh SEÑOR Dios mío.


Las aguas me rodearõ haſta el anima, el abiſmo me rodeó, el junco seenguedijó à mi cabeça.


Las aguas me rodeaban por completo; me cubría el mar profundo; las algas se enredaban en mi cabeza.


6 (7) Me hundí hasta el fondo de la tierra; ¡ya me sentía su eterno prisionero! Pero tú, Señor, mi Dios, me salvaste de la muerte.


Las aguas me anegaron hasta el cuello, el abismo me envolvía, las algas se enredaban en mi cabeza.


Descendí hasta las raíces de los montes, la tierra con sus cerrojos me ponía cerco para siempre; pero tú sacaste de la fosa mi vida, oh SEÑOR, Dios mío.


Me hundí en el mar hasta donde comienzan las montañas. Bajé al mundo de los muertos y tras de mí sus rejas se cerraron para siempre. Pero tú SEÑOR, Dios mío, me sacaste vivo de la fosa.


Las aguas me anegaron hasta el cuello, el abismo me envolvía, las algas se enredaban en mi cabeza.


Descendí hasta donde están las bases de las montañas que salen de lo profundo del océano. La vida se me escapaba poco a poco, y me sentía ya más muerto que vivo. Pero tú, SEÑOR, Dios mío, me salvaste


Descendí hasta las raíces de los montes, La tierra con sus cerrojos me ponía cerco para siempre; Pero Tú sacaste de la fosa mi vida, oh SEÑOR, Dios mío.


Me hundí hasta las raíces de las montañas. Me quedé preso en la tierra, cuyas puertas se cierran para siempre. Pero tú, oh SEÑOR mi Dios, ¡me arrebataste de las garras de la muerte!


arrastrándome a los cimientos de las montañas. Me tragó la tierra, y para siempre sus cerrojos se cerraron tras de mí. Pero tú, SEÑOR, Dios mío, me rescataste de la fosa.


Descendí a los cimientos de las montañas. La tierra echó sus cerrojos sobre mí para siempre. Pero Tú, oh YAVé, ʼELOHIM mío, sacaste de la fosa mi vida.


Descendí a la base de las montañas. La tierra echó sus cerrojos tras de mí para siempre. Pero tú hiciste subir mi vida de la fosa, ¡oh SEÑOR Dios mío!


Bajé hasta los cimientos de los montes; la tierra echó para siempre sus cerrojos sobre mí; pero tú, mi Señor y Dios, rescataste mi vida del sepulcro.


Descendí á las raíces de los montes; La tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre: Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.


6 (7) »Creí que ya nunca saldría del fondo del mar. Pero tú, Dios mío, me salvaste la vida.


6 (7) »Creí que ya nunca saldría del fondo del mar. Pero tú, Dios mío, me salvaste la vida.


Nos conviene tener en todo momento presente el versículo Jonás, 2:6 de los Textos Sagrados que componen la Biblia con el propósito de hacer una reflexión acerca de él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué trataba de proponernos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Jonás, 2:6? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que tenemos la oportunidad de hacer valer lo que aprendemos gracias al versículo Jonás, 2:6 de la Santa Biblia?

Meditar en torno a lo que se refiere el versículo Jonás, 2:6 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a aproximarnos más a Dios, por eso es bueno apoyarse en el versículo Jonás, 2:6 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber cómo proceder o para traer la serenidad a nuestros corazones.