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Levítico, 7:15

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Levítico, 7:15

»La carne del animal ofrecido en acción de gracias y reconciliación debe comerse el mismo día en que se ofrece; no se debe guardar un solo pedazo para el día siguiente.


Y la carne del sacrificio de sus pacíficos en hacimiento de gracias, se comerá en el día que fuere ofrecida: no dejarán de ella nada para otro día.


Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.


»La carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá el mismo día en que sea ofrecida; no dejarán de ella nada para el día siguiente.


Mas la carne de su sacrificio de la paz para hacimiento de gracias, se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día.


Mas la carne del sacrificio del hazimiento de gracias de ſus pacificos el dia que ſe offreciere, ſe comera: no dexarán de ella nada para otro dia.


»La carne del animal ofrecido en acción de gracias y reconciliación debe comerse el mismo día en que se ofrece; no se debe guardar un solo pedazo para el día siguiente.


»La carne del animal ofrecido en acción de gracias y reconciliación debe comerse el mismo día en que se ofrece; no se debe guardar un solo pedazo para el día siguiente.


La carne de este sacrificio de comunión en acción de gracias se comerá el mismo día que en que se ofrece, sin dejar nada para otro día.


»En cuanto a la carne del sacrificio de sus ofrendas de paz en acción de gracias, se comerá el día que la ofrezca; no dejará nada hasta la mañana siguiente.


En la ofrenda para festejar en alabanza, la carne del animal se comerá el mismo día en que se ofrendó, sin dejar nada para el día siguiente.


La carne de este sacrificio de comunión en acción de gracias se comerá el mismo día en que se ofrece, sin dejar nada para otro día.


Después de que el animal haya sido sacrificado al SEÑOR, como ofrenda de paz de olor grato y de acción de gracias al SEÑOR, deberá comerse la carne el mismo día. No deberá dejarse nada para el día sig


”En cuanto a la carne del sacrificio de sus ofrendas de paz en acción de gracias, se comerá el día que la ofrezca; no dejará nada hasta la mañana siguiente.


La carne de la ofrenda de paz por acción de gracias deberá comerse en el mismo día que se ofrece. No se permite guardar ninguna parte para la mañana siguiente.


La carne de este sacrificio deberá comerse el día en que se ofrezca, sin dejar nada para el día siguiente.


La carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá el día de su ofrecimiento. Nada se dejará para la mañana siguiente.


La carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá el día que sea ofrecida; no dejarán nada de ello hasta la mañana.


»La carne del sacrificio de paz que se ofrece como acción de gracias se comerá el mismo día en que sea ofrecida. No se dejará de ella nada para el día siguiente.


Y la carne del sacrificio de sus pacíficos en hacimiento de gracias, se comerá en el día que fuere ofrecida: no dejarán de ella nada para otro día.


»La carne del animal ofrecido debe comerse el mismo día en que se presenta como ofrenda. No debe dejarse nada para el día siguiente.


»La carne del animal ofrecido debe comerse el mismo día en que se presenta como ofrenda. No debe dejarse nada para el día siguiente.


El versiculo Levítico, 7:15 de La Sagrada Biblia consiste en algo que es conveniente tomar siempre en consideración de manera que podamos reflexionar acerca de él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué intentaba decirnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Levítico, 7:15? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que podemos aplicar aquello que hemos aprendido gracias al versículo Levítico, 7:15 de Las Sagradas Escrituras?

Meditar en torno a lo que se refiere el versículo Levítico, 7:15 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores cristianos y a aproximarnos más a Dios, por eso es bueno acudir al versículo Levítico, 7:15 cada vez que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir y así saber en qué forma acturar o para traer paz a nuestro espíritu.