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Abdías, 1:11

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Abdías, 1:11

Cuando el enemigo saqueó las riquezas de la ciudad, cuando los soldados extranjeros rompieron las puertas de Jerusalén, ¡tú te hiciste a un lado! Cuando se rifaron sus despojos y se llevaron sus rique


El día que estando tú delante, llevaban extraños cautivo su ejército, y los extraños entraban por sus puertas, y echaban suertes sobre Jerusalem, tú también eras como uno de ellos.


El día que estando tú delante, llevaban extraños cautivo su ejército, y extraños entraban por sus puertas, y echaban suertes sobre Jerusalén, tú también eras como uno de ellos.


Cuando extraños llevaban cautivo su ejército, cuando extraños entraban por sus puertas y echaban suertes sobre Jerusalén, tú estabas allí presente y te portaste como uno de ellos.


El día que estando tú delante, llevaban extraños cautivo su ejército, y los extraños entraban por sus puertas, y echaban suertes sobre Jerusalén, tú también eras como uno de ellos.


El dia que estando tu delãte, lleuauan estraños captiuo ſu exercito, y los estraños entrauan por ſus puertas, y echauan fuertes ſobre Ieruſalem, tu tambien eras como vno deellos.


Cuando el enemigo saqueó las riquezas de la ciudad, cuando los soldados extranjeros rompieron las puertas de Jerusalén, ¡tú te hiciste a un lado! Cuando se rifaron sus despojos y se llevaron sus rique


Cuando el enemigo saqueó las riquezas de la ciudad, cuando los soldados extranjeros rompieron las puertas de Jerusalén, ¡tú te hiciste a un lado! Cuando se rifaron sus despojos y se llevaron sus rique


Allí estabas tú presente aquel día: cuando extranjeros capturaron su ejército y extraños traspasaron sus puertas repartiéndose a Jerusalén por sorteo, ¡tú fuiste también como uno de ellos!


El día que te pusiste a un lado, el día en que extraños se llevaban su riqueza, y extranjeros entraban por su puerta y sobre Jerusalén echaban suertes, tú también eras como uno de ellos.


Te mantuviste al margen el día en que los enemigos de Israel se llevaron su riqueza. Hiciste eso cuando los extranjeros entraron por sus puertas. Ese día ellos vinieron y rifaron a Jerusalén para sabe


Allí estabas tú presente aquel día: cuando extranjeros capturaron su ejército y extraños traspasaron sus puertas repartiéndose a Jerusalén por sorteo, ¡tú fuiste también como uno de ellos!


Esto te sucederá por haber abandonado a Israel en el tiempo de su necesidad. Te quedaste mirando, sin mover un dedo para ayudarlo, cuando los invasores se llevaban sus bienes y se repartían a Jerusalé


El día que te pusiste a un lado, El día en que extraños se llevaban su riqueza, Y extranjeros entraban por su puerta Y sobre Jerusalén echaban suertes, Tú también eras como uno de ellos.


Cuando tus parientes fueron invadidos, te mantuviste al margen y te negaste a ayudarlos. Los invasores se llevaron su riqueza y echaron suertes para repartirse Jerusalén, pero tú actuaste como un enem


En el día que te mantuviste aparte, en el día que extranjeros llevaron su ejército cautivo, cuando extraños entraron por su puerta y sobre Jerusalén echaron suerte, tú eras como uno de ellos.


El día cuando te pusiste a distancia, cuando extranjeros llevaron su riqueza, y extranjeros entraron por su puerta y echaron suertes sobre Jerusalén, tú también eras uno de ellos.


En el día cuando te pusiste firme del lado contrario, en el día cuando su poderío fue llevado cautivo por los extraños, y los extranjeros llegaron hasta sus puertas y echaron suertes por Jerusalén, tú


El día que un ejército extranjero llevaba cautivo a su ejército, y gente extraña entraba por las puertas de Jerusalén y sobre ella echaba suertes, tú estabas allí, en primera fila; ¡tú eras también un


El día que estando tú delante, llevaban extraños cautivo su ejército, y los extraños entraban por sus puertas, y echaban suertes sobre Jerusalem, tú también eras como uno de ellos.


Cuando un ejército enemigo atacó la ciudad de Jerusalén y derribó sus portones, tú te portaste igual que ellos; viste cómo se repartían las riquezas de la ciudad, ¡y no hiciste nada para impedirlo!


Cuando un ejército enemigo atacó la ciudad de Jerusalén y derribó sus portones, tú te portaste igual que ellos; viste cómo se repartían las riquezas de la ciudad, ¡y no hiciste nada para impedirlo!


Es conveniente tener constantemente presente el versículo Abdías, 1:11 de La Sagrada Biblia para meditar en torno a él.Seguramente sería adecuado preguntarse ¿Qué pretendía proponernos el Señor con el versículo Abdías, 1:11? ¿En qué coyunturas de nuestra vida diaria podemos poner en práctica aquello que hemos aprendido gracias al versículo Abdías, 1:11 de Las Sagradas Escrituras?

Meditar sobre el versículo Abdías, 1:11 nos es de gran ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, por ese motivo es oportuno apoyarse en el versículo Abdías, 1:11 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber qué pasos dar o para traer la paz a nuestras almas.