todos buscan su propio interés, y no el interés de Jesucristo.
Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.
Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.
pues todos buscan sus propios intereses y no los de Cristo Jesús.
Porque todos buscan lo que es suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.
Porque todos buscan loque es suyo proprio, no loque es del Chriſto Iesus.
todos buscan su propio interés, y no el interés de Jesucristo.
todos buscan su propio interés, y no el interés de Jesucristo.
Todos, en efecto, buscan sus propios intereses y no los de Jesucristo
Porque todos buscan sus propios intereses, no los de Cristo Jesús.
Todos se preocupan sólo por conseguir su propio bien y no por seguir a Jesucristo.
Todos, en efecto, buscan sus propios intereses y no los de Jesucristo
pues todos los demás buscan sus propios intereses y no los de Jesucristo.
Porque todos buscan sus propios intereses, no los de Cristo Jesús.
Todos los demás solo se ocupan de sí mismos y no de lo que es importante para Jesucristo
pues todos los demás buscan sus propios intereses y no los de Jesucristo.
porque todos buscan sus propias cosas, no las de Jesucristo.
Porque todos buscan sus intereses personales, no lo que es de Jesucristo.
Porque todos buscan su propio interés, y no lo que es de Cristo Jesús.
Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.
Los demás solo se ocupan de sus propias cosas y no de lo que le agrada a Jesucristo.
Los demás solo se ocupan de sus propias cosas y no de lo que le agrada a Jesucristo.
Hay que tomar constantemente en consideración el versículo Filipenses, 2:21 de La Santa Biblia con el objetivo de meditar en torno a él.Seguramente deberíamos preguntarnos ¿Qué pretendía decirnos Dios Padre con el versículo Filipenses, 2:21? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida diaria en que podemos recurrir a aquello que hemos aprendido gracias al versículo Filipenses, 2:21 de Las Sagradas Escrituras?
El hecho de reflexionar sobre el versículo Filipenses, 2:21 nos es de gran ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por ese motivo es bueno servirse del versículo Filipenses, 2:21 cada vez que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber cómo proceder o para traer la tranquilidad a nuestros corazones y almas.