1 (1b) Señor, a ti dirijo mi oración
A TI, oh Jehová, levantaré mi alma.
A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
A ti, Jehová, levantaré mi alma.
A ti, oh SEÑOR, levantaré mi alma.
De Dauid.Aleph Ati, ò Iehoua, leuantaré mi anima.
1
1 (1b) Señor, a ti dirijo mi oración
De David. A ti me dirijo, Señor.
A ti, oh SEÑOR, elevo mi alma.
SEÑOR, a ti dirijo mis súplicas.
A ti me dirijo, Señor.
A ti, SEÑOR, elevo mi alma.
A Ti, oh SEÑOR, elevo mi alma.
Oh SEÑOR, te entrego mi vida.
A ti, SEÑOR, elevo mi alma
A Ti, oh YAVÉ, levanto mi alma.
A ti, oh SEÑOR, levantaré mi alma.
A ti, Señor, elevo mi alma.
Salmo de David. A TI, oh Jehová, levantaré mi alma.
1-2 (1b-2) Mi Señor y Dios, a ti dirijo mis ruegos porque en ti confío. No me hagas pasar vergüenza; no permitas que mis enemigos se burlen de mí.
1-2 (1b-2) Mi Señor y Dios, a ti dirijo mis ruegos porque en ti confío. No me hagas pasar vergüenza; no permitas que mis enemigos se burlen de mí.
Nos conviene tomar continuamente en cuenta el versículo Salmos, 25:1 de La Santa Biblia a fin de reflexionar acerca de él.Tal vez sería bueno preguntarse ¿Qué intentaba proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Salmos, 25:1? ¿En qué momentos de nuestra vida diaria tenemos la oportunidad de recurrir a lo que hemos aprendido gracias al versículo Salmos, 25:1 de La Sagrada Biblia?
Hacer un análisis profundo en torno a lo que se refiere el versículo Salmos, 25:1 nos ayuda a ser mejores cristianos y a elevar nuestra alma hacia Dios, por ese motivo es aconsejable recurrir al versículo Salmos, 25:1 cada vez que necesitemos una luz que nos guíe para saber en qué forma acturar o para traer la tranquilidad a nuestras almas.