4 (5) ¡Mi Rey! ¡Mi Dios! Tú diste las victorias a tu pueblo
Tú, oh Dios, eres mi rey: Manda saludes á Jacob.
Tú, oh Dios, eres mi rey; Manda salvación a Jacob.
Tú, Dios, eres mi rey; ¡manda salvación a Jacob!
Tú, oh Dios, eres mi rey: Manda saludes a Jacob.
Porque no heredaron la tierra porsu cuchillo, ni ſu braço los hbró; ſino tu diestra, y tu braço, y la luz de tu rostro, porque los amaste.
Pues no fue su brazo ni su espada lo que les dio la victoria; ellos no conquistaron la tierra. ¡Fue tu poder y tu fuerza! ¡Fue el resplandor de tu presencia, porque tú los amabas!
4 (5) ¡Mi Rey! ¡Mi Dios! Tú diste las victorias a tu pueblo
No conquistaron la tierra con la espada ni fue su brazo quien les dio la victoria; fue tu diestra y tu brazo, fue la luz de tu rostro porque tú los amabas.
Tú eres mi Rey, oh Dios; manda victorias a Jacob.
Dios mío, tú eres mi rey. Ordena que el pueblo de Jacob salga victorioso.
Tú, Dios, eres mi rey, tú decides la victoria de Jacob.
Tú eres mi rey y mi Dios. Ordena victorias para tu pueblo.
Tú eres mi Rey, oh Dios; Manda victorias a Jacob.
Tú eres mi Rey y mi Dios; tú decretas las victorias de Israel.
Solo tú eres mi Rey y mi Dios. ¡Decreta las victorias de Jacob!
Tú eres mi Rey, oh ʼELOHIM. ¡Ordena las victorias de Jacob!
Tú, oh Dios, eres mi Rey; manda liberación a Jacob.
Dios mío, ¡tú eres mi rey! ¡Envía tu salvación al pueblo de Jacob!
Tú, oh Dios, eres mi rey: Manda saludes á Jacob.
4 (5) Tú eres mi Dios y mi rey; ¡tú nos diste la victoria!
4 (5) Tú eres mi Dios y mi rey; ¡tú nos diste la victoria!
El versiculo Salmos, 44:4 de La Biblia es algo que deberíamos tomar constantemente en consideración con el propósito de reflexionar acerca de él. ¿Qué intentaba decirnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Salmos, 44:4? ¿En qué momentos de nuestro día a día seremos capaces de llevar a la práctica lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Salmos, 44:4 de La Sagrada Biblia?
El hecho de reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Salmos, 44:4 nos es de gran ayuda a ser mejores cristianos y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la cuestión por la cual es útil acudir al versículo Salmos, 44:4 todas y cada una de las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer paz a nuestros corazones.