Pero el profeta respondió al rey: —Aunque me des la mitad de tu palacio, no iré contigo, ni comeré pan ni beberé agua en este lugar
Mas el varón de Dios dijo al rey: Si me dieses la mitad de tu casa, no iría contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar
Pero el varón de Dios dijo al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa, no iría contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar.
Pero el hombre de Dios respondió al rey: —Aunque me dieras la mitad de tu casa no iría contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar.
Mas el varón de Dios dijo al rey: Si me dieras la mitad de tu casa, no iría contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar
Mas el varon de Dios dixo àl Rey; Si me dieſſes la mitad de tu caſa, no yria cõtigo, ni comeria pan ni beueria agua eneste lugar
Pero el profeta respondió al rey: —Aunque me des la mitad de tu palacio, no iré contigo, ni comeré pan ni beberé agua en este lugar
Pero el profeta respondió al rey: —Aunque me des la mitad de tu palacio, no iré contigo, ni comeré pan ni beberé agua en este lugar
Pero el hombre de Dios respondió al rey: — No iré contigo, ni aunque me dieses la mitad de tu palacio. No puedo comer ni beber nada en este lugar
Pero el hombre de Dios dijo al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa no iría contigo, y no comería pan ni bebería agua en este lugar.
Pero el hombre de Dios le respondió al rey: —No iría contigo, ni comería contigo ni bebería siquiera un vaso de agua en este lugar, aunque me dieras hasta la mitad de tus posesiones.
Pero el hombre de Dios respondió al rey: —No iré contigo, ni aunque me dieses la mitad de tu palacio. No puedo comer ni beber nada en este lugar
Pero el profeta le respondió: ―Aun cuando me dieras la mitad de tu palacio, no podría ir contigo; ni tampoco comeré, ni beberé agua en este lugar.
Pero el hombre de Dios dijo al rey: «Aunque usted me diera la mitad de su casa no iría con usted, tampoco comería pan ni bebería agua en este lugar.
Pero el hombre de Dios le dijo al rey: —Aunque me dieras la mitad de todo lo que posees, no iría contigo. No comería ni bebería nada en este lugar
Pero el hombre de Dios le respondió al rey: —Aunque usted me diera la mitad de sus posesiones, no iría a su casa. Aquí no comeré pan ni beberé agua
Pero el varón de ʼELOHIM contestó al rey: Aunque me des la mitad de tu casa, no iré contigo, ni comeré pan, ni beberé agua en este lugar
Pero el hombre de Dios respondió al rey: —Aunque me dieras la mitad de tu casa, no iría contigo ni comería pan ni bebería agua en este lugar
Pero el varón de Dios contestó: «Aun si me dieras la mitad de tu palacio, no podría acompañarte. Tampoco podría comer ni beber agua en este lugar.
Mas el varón de Dios dijo al rey: Si me dieses la mitad de tu casa, no iría contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar
Pero el profeta le contestó: —Aunque me des la mitad de tu palacio, no iré. Tampoco comeré o beberé en este lugar
Pero el profeta le contestó: —Aunque me des la mitad de tu palacio, no iré. Tampoco comeré o beberé en este lugar
Es preciso tener siempre presente el versículo 1 Reyes, 13:8 de La Sagrada Biblia a fin de meditar en torno a él.Probablemente sería adecuado preguntarse ¿Qué intentaba decirnos Dios con el versículo 1 Reyes, 13:8? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que podemos aprovechar aquello que hemos aprendido gracias al versículo 1 Reyes, 13:8 de Las Sagradas Escrituras?
Reflexionar sobre el versículo 1 Reyes, 13:8 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a acercarnos más a Dios, por ese motivo es oportuno servirse del versículo 1 Reyes, 13:8 cuando creamos que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestros corazones.