Ahora solo quiero pedirte un favor. No me lo niegues. —Habla —respondió ella.
Y ahora yo te hago una petición: no me hagas volver mi rostro. Y ella le dijo: Habla.
Ahora yo te hago una petición; no me la niegues. Y ella le dijo: Habla.
Ahora te hago una petición; no me la niegues. —Habla —le dijo ella.
Y ahora yo te hago una petición: no me hagas volver mi rostro. Y ella le dijo: Habla.
Y aora yo te pido vna peticiõ, no me hagas boluer mi rostro. Y ella le dixo: Di.
Ahora sólo quiero pedirte un favor. No me lo niegues. —Habla —respondió ella.
Ahora solo quiero pedirte un favor. No me lo niegues. —Habla —respondió ella.
Pues bien, ahora sólo quiero pedirte un favor; no me lo niegues. Ella le respondió: — Habla.
Ahora yo te hago una petición, no me la niegues. Y ella le dijo: Habla.
Así que tengo un favor que pedirte, no me lo niegues. Betsabé le contestó: —Dímelo.
Pues bien, ahora solo quiero pedirte un favor; no me lo niegues. Ella le respondió: —Habla.
Pero ahora tengo que pedirte un pequeño favor; te suplico que no me lo niegues. ―¿De que se trata? —preguntó ella.
Ahora yo le hago una petición, no me la niegue». «Habla», le dijo ella.
Ahora solo tengo un favor que pedirte, no me lo niegues. —¿De qué se trata? —preguntó ella.
Pues bien, tengo una petición que hacerle; por favor, no me la niegue. —Continúa —dijo ella.
Y ahora te hago una petición y te ruego que no me la niegues. Ella le dijo: Habla.
Ahora, yo te hago una petición; no me la niegues. Ella le dijo: —Habla.
Pero te ruego que no me niegues lo que te voy a pedir.» Betsabé le dijo: «Dime qué es lo que quieres.»
Y ahora yo te hago una petición: no me hagas volver mi rostro. Y ella le dijo: Habla.
Solo quiero pedirte un favor. No me lo niegues. Ella le dijo: —¿Qué es lo que quieres?
Solo quiero pedirte un favor. No me lo niegues. Ella le dijo: —¿Qué es lo que quieres?
El versiculo 1 Reyes, 2:16 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que es aconsejable tomar en todo momento en cuenta de tal forma que podamos meditar acerca de él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo 1 Reyes, 2:16? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida diaria en que seremos capaces de aplicar lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo 1 Reyes, 2:16 de la Santa Biblia?
Meditar acerca de el versículo 1 Reyes, 2:16 nos supone una ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es útil recurrir al versículo 1 Reyes, 2:16 cada vez que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber cómo proceder o para traer la serenidad a nuestras almas.