No piense usted que soy una mala mujer, sino que he estado orando todo este tiempo porque estoy preocupada y afligida.
No tengas á tu sierva por una mujer impía: porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.
No tengas a tu sierva por una mujer impía; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.
No tengas a tu sierva por una mujer impía, porque solo por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he estado hablando hasta ahora.
No tengas a tu esclava por una hija de Belial; porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.
No tengas à tu ſierua por vna muger impia, porque cõ la multitud de mis congoxas, y de mi afflicion he hablado haſta aora.
No piense usted que soy una mala mujer, sino que he estado orando todo este tiempo porque estoy preocupada y afligida.
No piense usted que soy una mala mujer, sino que he estado orando todo este tiempo porque estoy preocupada y afligida.
No me tomes por una desvergonzada; si me he excedido al hablar, lo he hecho abrumada por mi dolor y mi desgracia.
No tengas a tu sierva por mujer indigna; porque hasta ahora he orado a causa de mi gran congoja y aflicción.
No piense que soy una mala mujer. He estado orando todo este tiempo porque estoy muy triste por tantos problemas.
No me tomes por una desvergonzada; si me he excedido al hablar, lo he hecho abrumada por mi dolor y mi desgracia.
―No, señor —contestó ella—, no estoy ebria; es que estoy muy triste y estaba derramando las penas de mi corazón delante del SEÑOR. No pienses que soy una borracha.
No tenga a su sierva por mujer indigna. Hasta ahora he estado orando a causa de mi gran congoja y aflicción».
¡No piense que soy una mujer perversa! Pues he estado orando debido a mi gran angustia y a mi profundo dolor.
No me tome usted por una mala mujer. He pasado este tiempo orando debido a mi angustia y aflicción.
No juzgues a tu esclava como una mujer despreciable, porque hasta ahora hablé de mis congojas y aflicción.
No pienses que tu sierva es una mujer impía. Es por mi gran congoja y por mi aflicción que he hablado hasta ahora.
No pienses que tu sierva es una mujer impía. Es tan grande mi congoja y mi aflicción, que hasta ahora he estado hablando.»
No tengas á tu sierva por una mujer impía: porque por la magnitud de mis congojas y de mi aflicción he hablado hasta ahora.
Pero Ana le respondió: —Señor mío, no crea usted que estoy borracha. No he bebido vino ni cerveza. Estoy muy triste, y por eso estoy aquí suplicándole a Dios que me responda.
Pero Ana le respondió: —Señor mío, no crea usted que estoy borracha. No he bebido vino ni cerveza. Estoy muy triste, y por eso estoy aquí suplicándole a Dios que me responda.
Debemos tomar siempre en cuenta el versículo 1 Samuel, 1:16 de La Santa Biblia de manera que podamos analizarlo y pensar en torno a él. ¿Qué quiso manifestarnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo 1 Samuel, 1:16? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo 1 Samuel, 1:16 de La Sagrada Biblia?
Reflexionar sobre el versículo 1 Samuel, 1:16 nos ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, ese es el motivo por el cual es aconsejable apoyarse en el versículo 1 Samuel, 1:16 cuando creamos que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo proceder o para traer la paz a nuestros corazones y almas.