<

1 Samuel, 1:7

>

1 Samuel, 1:7

Cada año, cuando iban al templo del Señor, Peniná la molestaba de este modo; por eso Ana lloraba y no comía.


Y así hacía cada año: cuando subía á la casa de Jehová, enojaba así á la otra; por lo cual ella lloraba, y no comía.


Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía.


Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así, por lo cual Ana lloraba y no comía.


Y así hacía cada año; cuando subía a la Casa del SEÑOR, la otra la enojaba así; por lo cual ella lloraba, y no comía.


Y anſi hazia cada año; quando subia à la Caſa de Iehoua, enojaua anſi à la otra: por loqual ella lloraua, y no comia.


Cada año, cuando iban al templo del Señor, Peniná la molestaba de este modo; por eso Ana lloraba y no comía.


Cada año, cuando iban al templo del Señor, Peniná la molestaba de este modo; por eso Ana lloraba y no comía.


Y todos los años sucedía lo mismo: cuando subían al santuario del Señor, la insultaba de igual manera y Ana lloraba y no comía.


Esto sucedía año tras año; siempre que ella subía a la casa del SEÑOR, la otra la provocaba. Y Ana lloraba y no comía.


Cada año sucedía lo mismo cuando la familia iba al santuario del SEÑOR en Siló. Un día Elcaná estaba ofreciendo sacrificios, pero Ana no comía nada en la fiesta porque estaba molesta, y lloraba.


Y todos los años sucedía lo mismo: cuando subían al santuario del Señor, la insultaba de igual manera y Ana lloraba y no comía.


Todos los años era igual: Penina se burlaba y se reía de ella cuando iban a Siló, y la hacía llorar tanto que Ana no podía comer.


Esto sucedía año tras año; siempre que ella subía a la casa del SEÑOR, Penina la provocaba, por lo que Ana lloraba y no comía.


Año tras año sucedía lo mismo: Penina se burlaba de Ana mientras iban al tabernáculo. En cada ocasión, Ana terminaba llorando y ni siquiera quería comer.


Cada año, cuando iban a la casa del SEÑOR, sucedía lo mismo: Penina la atormentaba, hasta que Ana se ponía a llorar y ni comer quería.


Cada año cuando subían a la Casa de YAVÉ la mortificaba. Ana lloraba de continuo y no comía.


Así hacía cada año, cuando subía a la casa del SEÑOR; ella la irritaba, por lo cual Ana lloraba y no comía.


Y cada año era lo mismo: Peniná se burlaba de Ana cada vez que iban a la casa del Señor, y por lo tanto Ana lloraba y no comía.


Y así hacía cada año: cuando subía á la casa de Jehová, enojaba así á la otra; por lo cual ella lloraba, y no comía.


Como Ana no tenía hijos, Peniná se burlaba de ella. Tanto la molestaba que Ana lloraba mucho y ni comer quería. Todos los años, cuando iban al santuario, Peniná la trataba así.


Como Ana no tenía hijos, Peniná se burlaba de ella. Tanto la molestaba que Ana lloraba mucho y ni comer quería. Todos los años, cuando iban al santuario, Peniná la trataba así.


Es aconsejable tomar siempre en cuenta el versículo 1 Samuel, 1:7 de La Sagrada Biblia con el propósito de meditar sobre él.Seguramente deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de proponernos el Señor con el versículo 1 Samuel, 1:7? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día podemos recurrir a lo que hemos llegado a saber gracias al versículo 1 Samuel, 1:7 de la Santa Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación sobre el versículo 1 Samuel, 1:7 nos resulta fundamental para llegar a a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, por eso es bueno recurrir al versículo 1 Samuel, 1:7 todas y cada una de las veces que necesitemos una luz que nos guíe para saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestras almas.