Aunque me da vergüenza decirlo, ¡nosotros fuimos demasiado débiles para portarnos así! Pero si los otros se atreven a jactarse, también yo me atreveré, aunque esto sea una locura.
Dígolo cuanto á la afrenta, como si nosotros hubiésemos sido flacos. Empero en lo que otro tuviere osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía.
Para vergüenza mía lo digo, para eso fuimos demasiado débiles. Pero en lo que otro tenga osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía.
Para vergüenza mía lo digo, para eso fuimos demasiado débiles. Pero en lo que otro sea atrevido (hablo con locura), también yo lo sea.
Lo digo en cuanto a la afrenta, como si nosotros hubiéramos sido flacos (en esta parte). Pero en lo que otro tuviere osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía.
Digo lo quanto à la affrenta: como ſi nos vuiessemos sido flacos [en eſta parte:] antes en loque otro tuuiere osadia (hablo con locura) tambien yo tengo osadia.
Aunque me da vergüenza decirlo, ¡nosotros fuimos demasiado débiles para portarnos así! Pero si los otros se atreven a jactarse, también yo me atreveré, aunque esto sea una locura.
Aunque me da vergüenza decirlo, ¡nosotros fuimos demasiado débiles para portarnos así! Pero si los otros se atreven a jactarse, también yo me atreveré, aunque esto sea una locura.
Debería avergonzarme de haberlos tratado con tantos miramientos. Pero a lo que otro cualquiera se atreva —ya sé que estoy diciendo desatinos— también me atrevo yo.
Para vergüenza mía digo que en comparación nosotros hemos sido débiles. Pero en cualquier otra cosa que alguien más sea osado (hablo con insensatez), yo soy igualmente osado.
Da vergüenza decirlo: no los pudimos tratar a ustedes como lo hacen ellos porque fuimos demasiado débiles. Si alguien se atreve a presumir, yo también lo haré, aunque sé que estoy diciendo una tonterí
Debería avergonzarme de haberlos tratado con tantos miramientos. Pero a lo que otro cualquiera se atreva —ya sé que estoy diciendo desatinos— también me atrevo yo.
¡Me da vergüenza confesar que no soy tan fuerte ni tan atrevido como ellos! Pero de cualquier cosa de la que ellos se puedan jactar —de nuevo hablo como un loco—, mucho más puedo jactarme yo.
Para vergüenza mía digo que en comparación nosotros hemos sido débiles. Pero en cualquier otra cosa que alguien más sea osado (hablo con insensatez), yo soy igualmente osado.
¡Me da vergüenza decir que nosotros fuimos demasiado «débiles» para hacer lo mismo! Pero sea lo que sea de lo que ellos se atrevan a jactarse —otra vez hablo como un necio— yo también me atrevo a jact
¡Para vergüenza mía, confieso que hemos sido demasiado débiles! Si alguien se atreve a dárselas de algo, también yo me atrevo a hacerlo y lo digo como un insensato.
Digo con referencia a deshonor, como si nosotros hubiéramos sido débiles, pero en lo que otro tenga el coraje, yo también. Hablo con insensatez.
Con vergüenza lo digo, como que hemos sido débiles. Pero en lo que otro se atreva (hablo con locura), yo también me atrevo.
Lo digo para vergüenza mía: ¡para eso fuimos demasiado débiles! Pero si otros tienen el descaro de vanagloriarse (hablo como un loco), también yo puedo hacerlo.
Dígolo cuanto á la afrenta, como si nosotros hubiésemos sido flacos. Empero en lo que otro tuviere osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía.
Me da vergüenza decirlo, pero nosotros no nos atrevimos a tratarlos así. Pero ya que otros se atreven a presumir, yo también lo voy a hacer, aunque sea una locura.
Me da vergüenza decirlo, pero nosotros no nos atrevimos a tratarlos así. Pero ya que otros se atreven a presumir, yo también lo voy a hacer, aunque sea una locura.
Nos conviene tomar constantemente en cuenta el versículo 2 Corintios, 11:21 de La Santa Biblia de manera que podamos meditar sobre él.Probablemente sería bueno preguntarse ¿Qué pretendía manifestarnos el Señor con el versículo 2 Corintios, 11:21? ¿En qué momentos de nuestro día a día seremos capaces de aplicar aquello que hemos aprendido gracias al versículo 2 Corintios, 11:21 de La Biblia?
Meditar sobre el versículo 2 Corintios, 11:21 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a aproximarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es oportuno acudir al versículo 2 Corintios, 11:21 todas las veces que pueda servirnos de guía y así saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestros corazones.