Si alguien enferma, también yo enfermo; y si hacen caer a alguno, yo me indigno.
¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿Quién se escandaliza, y yo no me quemo?
¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?
¿Quién enferma y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar y yo no me indigno?
¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿Quién se tropieza, y yo no me quemo?
Quien enferma, y yo no enfermo? Quien ſe escãdalîza, y yo no me quemo?
Si alguien enferma, también yo enfermo; y si hacen caer a alguno, yo me indigno.
Si alguien enferma, también yo enfermo; y si hacen caer a alguno, yo me indigno.
Pues ¿quién desfallece sin que yo desfallezca? ¿Quién es inducido a pecar sin que yo lo sienta como una quemadura?
¿Quién es débil sin que yo sea débil? ¿A quién se le hace pecar sin que yo no me preocupe intensamente?
Cuando alguien se debilita, me siento débil y cuando alguien hace pecar a otro, me molesto mucho.
Pues ¿quién desfallece sin que yo desfallezca? ¿Quién es inducido a pecar sin que yo lo sienta como una quemadura?
si alguien se siente débil, yo comparto su debilidad; si alguien tropieza por culpa de otro, me indigno contra el que lo hizo tropezar.
¿Quién es débil sin que yo sea débil? ¿A quién se le hace pecar sin que yo no me preocupe intensamente?
¿Quién está débil sin que yo no sienta esa misma debilidad? ¿Quién se ha dejado llevar por mal camino sin que yo arda de enojo?
Cuando alguien se siente débil, ¿no comparto yo su debilidad? Y cuando a alguien se le hace pecar, ¿no ardo yo de indignación?
¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se hace tropezar, y yo no me indigno?
¿Quién se enferma sin que yo no me enferme? ¿A quién se le hace tropezar sin que yo no me indigne?
¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?
¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿Quién se escandaliza, y yo no me quemo?
Me enferma ver que alguien se enferme, y me avergüenza y me enoja ver que se haga pecar a otros.
Me enferma ver que alguien se enferme, y me avergüenza y me enoja ver que se haga pecar a otros.
Es muy recomendable tomar continuamente en consideración el versículo 2 Corintios, 11:29 de La Sagrada Biblia de manera que podamos hacer una reflexión sobre él.Quizás sería adecuado preguntarse ¿Qué intentaba proponernos Dios Nuestro Señor con el versículo 2 Corintios, 11:29? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día tenemos la oportunidad de hacer valer lo que aprendemos gracias al versículo 2 Corintios, 11:29 de Las Sagradas Escrituras?
Hacer un análisis profundo en torno a lo que se refiere el versículo 2 Corintios, 11:29 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es oportuno acudir al versículo 2 Corintios, 11:29 cada vez que necesitemos una luz que nos guíe para saber en qué forma acturar o para traer la paz a nuestros corazones.