2 Corintios, 11:31
El Dios y Padre del Señor Jesús, que es digno de alabanza por siempre, sabe que digo la verdad.
El Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, que es bendito por siglos, sabe que no miento.
El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien es bendito por los siglos, sabe que no miento.
El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien es bendito por los siglos, sabe que no miento.
El Dios y Padre del Señor nuestro, Jesús el Cristo, que es bendito por los siglos, sabe que no miento.
El Dios y Padre del Señor nuestro le ſus el Chriſto, que es bendito por ſiglos, sabe que no miento.
El Dios y Padre del Señor Jesús, que es digno de alabanza por siempre, sabe que digo la verdad.
El Dios y Padre del Señor Jesús, que es digno de alabanza por siempre, sabe que digo la verdad.
El Dios y Padre de Jesucristo, el Señor —¡bendito sea para siempre!— sabe que no miento.
El Dios y Padre del Señor Jesús, el cual es bendito para siempre, sabe que no miento.
El Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, quien es bendito por siempre, sabe que no estoy mintiendo.
El Dios y Padre de Jesucristo, el Señor —¡bendito sea para siempre!— sabe que no miento.
Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por siempre debe ser alabado, sabe que digo la verdad.
El Dios y Padre del Señor Jesús, el cual es bendito para siempre, sabe que no miento.
Dios, el Padre de nuestro Señor Jesús, quien es digno de eterna alabanza, sabe que no miento.
El Dios y Padre del Señor Jesús, quien es por siempre bendito, sabe que no miento.
El Dios y Padre de Jesucristo, Quien es bendito por los siglos, sabe que no miento.
El Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, quien es bendito por los siglos, sabe que no miento.
El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, ¡bendito sea por siempre!, sabe que no miento.
El Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, que es bendito por siglos, sabe que no miento.
El Dios y Padre del Señor Jesús, que merece ser siempre alabado, sabe que no estoy mintiendo.
El Dios y Padre del Señor Jesús, que merece ser siempre alabado, sabe que no estoy mintiendo.
El versiculo 2 Corintios, 11:31 de los Textos Sagrados que componen la Biblia es algo que es aconsejable tener constantemente presente con el propósito de analizarlo y pensar acerca de él.Tal vez sería bueno preguntarse ¿Qué pretendía decirnos Dios Padre con el versículo 2 Corintios, 11:31? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de aplicar aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo 2 Corintios, 11:31 de La Sagrada Biblia?
Meditar en torno a lo que se refiere el versículo 2 Corintios, 11:31 nos es de gran ayuda a ser mejores personas y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la cuestión por la cual es conveniente recurrir al versículo 2 Corintios, 11:31 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber cómo actuar o para traer la tranquilidad a nuestras almas.
