Por lo tanto digo que Dios juzgará al hombre honrado y al malvado, porque hay un momento para todo lo que ocurre y para todo lo que se hace.
Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay tiempo á todo lo que se quiere y sobre todo lo que se hace.
Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.
Y dije en mi corazón: «Al justo y al malvado juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.»
Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque hay un tiempo determinado de juzgar a toda voluntad y sobre todo lo que se hace.
Y yo dixe en mi coraçon, Al juſto y àl impio juzgará Dios; porque alli ay tiempo determinado à todo loque quisierdes, y ſobre todo loque ſe haze.
Por lo tanto digo que Dios juzgará al hombre honrado y al malvado, porque hay un momento para todo lo que ocurre y para todo lo que se hace.
Por lo tanto digo que Dios juzgará al hombre honrado y al malvado, porque hay un momento para todo lo que ocurre y para todo lo que se hace.
Y pensé: Dios juzgará al justo y al injusto, pues hay un tiempo para cada cosa y para cada acción.
Yo dije en mi corazón: al justo como al impío juzgará Dios, porque hay un tiempo para cada cosa y para cada obra.
Así que pensé: «Dios ha planeado un momento para juzgar todo lo que hace la gente. Él juzgará a buenos y malos».
Y pensé: Dios juzgará al justo y al injusto, pues hay un tiempo para cada cosa y para cada acción.
Entonces me dije: «A su tiempo juzgará Dios cuanto hace la gente: lo bueno y lo malo».
Yo me dije: «Al justo como al impío juzgará Dios», Porque hay un tiempo para cada cosa y para cada obra.
Me dije: «A su debido tiempo, Dios juzgará a todos, tanto a los malos como a los buenos, por cada cosa que hayan hecho».
Pensé entonces: «Al justo y al malvado los juzgará Dios, pues hay un tiempo para toda obra y un lugar para toda acción».
Y dije en mi corazón: Al justo y al perverso los juzgará ʼELOHIM. Porque allí hay un tiempo Para todo lo que se quiere y todo lo que se hace.
Y yo dije en mi corazón: “Tanto al justo como al impío los juzgará Dios, porque hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace”.
Y en mi corazón he concluido que Dios habrá de juzgar a los justos y a los injustos, porque hay un tiempo y un lugar para todo proyecto y para toda actividad.
Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay tiempo á todo lo que se quiere y sobre todo lo que se hace.
Pero como todo en este mundo tiene «su hoy y su mañana», me consuela pensar que un día, Dios juzgará al justo y al malvado.
Pero como todo en este mundo tiene «su hoy y su mañana», me consuela pensar que un día, Dios juzgará al justo y al malvado.
El versiculo Eclesiastés, 3:17 de La Santa Biblia consiste en algo que es preciso tener siempre presente de manera que podamos hacer una reflexión sobre él.Probablemente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué intentaba proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Eclesiastés, 3:17? ¿En qué momentos de nuestro día a día podemos aprovechar lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Eclesiastés, 3:17 de La Sagrada Biblia?
Meditar acerca de el versículo Eclesiastés, 3:17 es un gran aporte que nos permite a ser mejores cristianos y a acercarnos más a Dios, esa es la cuestión por la cual es oportuno acudir al versículo Eclesiastés, 3:17 cada vez que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo actuar o para traer la tranquilidad a nuestro espíritu.