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Eclesiastés, 8:1

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Eclesiastés, 8:1

¿Quién puede compararse al sabio? ¿Quién conoce el sentido de las cosas? La sabiduría ilumina la cara del hombre; hace que cambie su duro semblante.


¿QUIÉN como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre hará relucir su rostro, y mudaráse la tosquedad de su semblante.


¿Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.


¿Quién como el sabio? ¿Quién como el que sabe interpretar las cosas? La sabiduría del hombre ilumina su rostro y cambia la tosquedad de su semblante.


¶ ¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el que sabe la interpretación de las cosas? La sabiduría de este hombre hará relucir su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.


Qvien como el Sabio? Y quiẽ como el que sabe la declaraciõ de la palabra? Las ſabiduria del hombre hara illustre ſu rostro: y la fuerça de ſu cara ſe mudarà.


¿Quién puede compararse al sabio? ¿Quién conoce el sentido de las cosas? La sabiduría ilumina la cara del hombre; hace que cambie su duro semblante.


¿Quién puede compararse al sabio? ¿Quién conoce el sentido de las cosas? La sabiduría ilumina la cara del hombre; hace que cambie su duro semblante.


¿Quién es como el sabio? ¿Quién sabe interpretar cualquier cosa? La sabiduría ilumina el rostro humano y transforma la dureza del semblante.


¿Quién es como el sabio? ¿Y quién otro sabe la explicación de un asunto? La sabiduría del hombre ilumina su faz y hace que la dureza de su rostro cambie.


Nadie puede entender o explicar las cosas como lo hace un sabio. Su sabiduría lo hace feliz y hace que a uno le cambie el rostro de triste a contento.


¿Quién es como el sabio? ¿Quién sabe interpretar cualquier cosa? La sabiduría ilumina el rostro humano y transforma la dureza del semblante.


¡Qué admirable es ser sabio, para poder comprender, analizar e interpretar las cosas! La sabiduría ilumina el rostro del ser humano, suavizando sus durezas.


¿Quién es como el sabio? ¿Y quién otro sabe la explicación de un asunto? La sabiduría del hombre ilumina su rostro Y hace que la dureza de su rostro cambie.


Qué maravilloso es ser sabio, poder analizar e interpretar las cosas. La sabiduría ilumina el rostro de una persona; suaviza la dureza de sus facciones.


¿Quién como el sabio? ¿Quién conoce las respuestas? La sabiduría del hombre hace que resplandezca su rostro y se ablanden sus facciones.


¿Quién como el sabio? ¿Quién sabe la interpretación de un asunto? La sabiduría ilumina el rostro del hombre Y cambia la dureza de su semblante.


¿Quién como el sabio? ¿Quién conoce la interpretación de las cosas? La sabiduría del hombre iluminará su rostro y transformará la dureza de su semblante.


No hay nada como ser sabio. No hay nada como saber explicarlo todo. La sabiduría ilumina el rostro del hombre y cambia su semblante hosco.


¿Quién como el sabio? ¿y quién como el que sabe la declaración de las cosas? La sabiduría del hombre hará relucir su rostro, y mudaráse la tosquedad de su semblante.


No hay quien pueda compararse al sabio, ni quien sepa todas las respuestas. El que es sabio siempre se ve sonriente y amable.


No hay quien pueda compararse al sabio, ni quien sepa todas las respuestas. El que es sabio siempre se ve sonriente y amable.


Deberíamos tomar constantemente en cuenta el versículo Eclesiastés, 8:1 de La Biblia con el propósito de analizarlo y pensar en torno a él.Seguramente sería acertado cuestionarse ¿Qué trataba de decirnos Dios con el versículo Eclesiastés, 8:1? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo Eclesiastés, 8:1 de La Sagrada Biblia?

Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo Eclesiastés, 8:1 nos es de gran ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, por esa razón es conveniente servirse del versículo Eclesiastés, 8:1 cada vez que nos pueda servir de guía y así saber cómo actuar o para traer la tranquilidad a nuestros corazones y almas.