es que nunca sabe lo que va a suceder, ni hay nadie que se lo pueda advertir.
Porque no sabe lo que ha de ser; y el cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará?
pues no sabe lo que ha de ser; y el cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará?
es no saber lo que ha de ocurrir; y el cuándo haya de ocurrir, ¿quién se lo va a anunciar?
porque no sabe lo que será; ni cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará?
Porque no sabe loque ha de ſer: y quãdo aya de ſer, quien ſe lo enseñará?
es que nunca sabe lo que va a suceder, ni hay nadie que se lo pueda advertir.
es que nunca sabe lo que va a suceder, ni hay nadie que se lo pueda advertir.
no sabe lo que va a suceder y nadie se lo anunciará.
Si nadie sabe qué sucederá, ¿quién le anunciará cómo ha de suceder?
nunca se sabe lo que va a suceder y no hay quien se lo diga.
no sabe lo que va a suceder y nadie se lo anunciará.
Para todo hay tiempo y manera, aunque el ser humano esté abrumado de dificultades; pues, ¿cómo evitar que acontezca lo que guarda el futuro desconocido?
Si nadie sabe qué sucederá, ¿Quién le anunciará cómo ha de suceder?
Además, ¿cómo puede uno evitar lo que no sabe que está por suceder?
que no sabe lo que está por suceder, ni hay quien se lo pueda decir.
Pues no sabe qué sucederá. Porque lo que va a suceder, ¿Quién le dirá cuando ocurrirá?
Porque este no sabe qué ha de suceder; pues lo que ha de ser, ¿quién se lo declarará?
y es que este no sabe lo que va a pasar, ni cuándo pasará, ni hay tampoco nadie que se lo diga.
Porque no sabe lo que ha de ser; y el cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará?
Lo cierto es que todo tiene su cómo y su cuándo; nuestro gran problema es que no sabemos cuándo y cómo van a pasar las cosas, ni hay tampoco nadie que nos lo pueda decir.
Lo cierto es que todo tiene su cómo y su cuándo; nuestro gran problema es que no sabemos cuándo y cómo van a pasar las cosas, ni hay tampoco nadie que nos lo pueda decir.
Es aconsejable tomar en todo momento en consideración el versículo Eclesiastés, 8:7 de La Santa Biblia con la finalidad de hacer una reflexión en torno a él. ¿Qué pretendía decirnos Dios Padre con el versículo Eclesiastés, 8:7? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana podemos aplicar aquello que hemos aprendido gracias al versículo Eclesiastés, 8:7 de la Santa Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación en torno a lo que se refiere el versículo Eclesiastés, 8:7 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, esa es la cuestión por la cual es bueno recurrir al versículo Eclesiastés, 8:7 cada vez que pueda servirnos de guía y así saber qué pasos dar o para traer el sosiego a nuestro espíritu.