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Ezequiel, 47:8

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Ezequiel, 47:8

Entonces me dijo: «Esta agua corre hacia la región oriental y llega hasta la cuenca del Jordán, de donde desembocará en el Mar Muerto. Cuando llegue allá, el agua del mar se volverá dulce.


Y díjome: Estas aguas salen á la región del oriente, y descenderán á la llanura, y entrarán en la mar: y entradas en la mar, recibirán sanidad las aguas.


Y me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán al Arabá, y entrarán en el mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas.


Entonces me dijo: «Estas aguas salen a la región del oriente, descienden al Arabá y entran en el mar. Y al entrar en el mar, las aguas son saneadas.


Y me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente, y descenderán al desierto, y entrarán en el mar; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas.


Y dixome: Estas aguas sálen à la region del Oriente, y decendirán à la campaña, y entrarán en la mar, en la mar de las aguas apartadas: y las aguas recibirán sanidad.


Entonces me dijo: «Esta agua corre hacia la región oriental y llega hasta la cuenca del Jordán, de donde desembocará en el Mar Muerto. Cuando llegue allá, el agua del mar se volverá dulce.


Entonces me dijo: «Esta agua corre hacia la región oriental y llega hasta la cuenca del Jordán, de donde desembocará en el Mar Muerto. Cuando llegue allá, el agua del mar se volverá dulce.


— Estas aguas, que fluyen hacia la zona oriental, irán bajando hasta la Arabá. Después desembocarán en el Mar Muerto, el de las aguas sin vida, que quedarán saneadas.


Y me dijo: Estas aguas salen hacia la región oriental y descienden al Arabá; luego siguen hacia el mar y desembocan en el mar; entonces las aguas del mar quedan purificadas.


Entonces me dijo: «Estas aguas fluyen hacia la región oriental, descienden al Arabá y llegan hasta el mar Muerto, donde se vuelven aguas dulces.


—Estas aguas, que fluyen hacia la zona oriental, irán bajando hasta la Arabá. Después desembocarán en el mar Muerto, el de las aguas sin vida, que quedarán saneadas.


Me dijo: «Este río fluye hasta el este a través del desierto y el valle del Jordán hasta el Mar Muerto, donde transformará las aguas saladas y las hará frescas y potables.


Y me dijo: «Estas aguas salen hacia la región oriental y descienden al Arabá; luego siguen hacia el mar y desembocan en el mar; entonces las aguas del mar quedan purificadas.


Entonces me dijo: «Este río fluye hacia el oriente, atraviesa el desierto y desemboca en el valle del mar Muerto. Esta corriente hará que las aguas saladas del mar Muerto se vuelvan puras y dulces.


Allí me dijo: «Estas aguas fluyen hacia la región oriental, descienden hasta el Arabá, y van a dar al Mar Muerto. Cuando desembocan en ese mar, las aguas se vuelven dulces.


Entonces me dijo: Esta agua fluye hacia la región del oriente y bajará al Arabá. Cuando entre en el mar del agua pútrida, el agua será sanada.


Y me dijo: “Estas aguas van a la región del oriente; descenderán al Arabá y llegarán al mar, a las aguas saladas; y las aguas serán saneadas.


Y el hombre me dijo: «Esta agua corre hacia la región del oriente, y baja al Arabá y se pierde en el mar. Una vez que el agua entra en el mar, se vuelve agua saludable.


Y díjome: Estas aguas salen á la región del oriente, y descenderán á la llanura, y entrarán en la mar: y entradas en la mar, recibirán sanidad las aguas.


Entonces el hombre me dijo: «Estas aguas corren hacia el este, y al llegar al desierto desembocan en el Mar Muerto. Allí el agua salada se vuelve dulce.


Entonces el hombre me dijo: «Estas aguas corren hacia el este, y al llegar al desierto desembocan en el Mar Muerto. Allí el agua salada se vuelve dulce.


El versiculo Ezequiel, 47:8 de La Santa Biblia consiste en algo que nos conviene tener continuamente presente con el propósito de reflexionar acerca de él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué quiso manifestarnos Dios con el versículo Ezequiel, 47:8? ¿En qué coyunturas de nuestra vida diaria tenemos la oportunidad de recurrir a lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Ezequiel, 47:8 de Las Sagradas Escrituras?

Reflexionar acerca de el versículo Ezequiel, 47:8 nos supone una ayuda a ser mejores cristianos y a elevar nuestra alma hacia Dios, ese es el motivo por el cual es oportuno servirse del versículo Ezequiel, 47:8 todas y cada una de las veces que pueda servirnos de guía y así saber cómo actuar o para traer el sosiego a nuestros corazones.