Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando nació su hijo Sélah.
Y Arphaxad vivió treinta y cinco años, y engendró á Sala.
Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.
Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.
Y Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.
Y Arphaxad biuió treynta y cinco años, y engendró à Salé.
Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando nació su hijo Sélah.
Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando nació su hijo Sélah.
Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando engendró a Sélaj.
Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.
Cuando Arfaxad tenía 35 años de edad, nació su hijo Selaj.
Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando engendró a Sélaj.
Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando le nació su hijo Selaj.
Arfaxad vivió 35 años, y fue padre de Sala.
Cuando Arfaxad tenía treinta y cinco años de edad, tuvo a su hijo Sala.
Cuando Arfaxad tenía treinta y cinco años, nació su hijo Selaj.
Arfaxad vivió 35 años y engendró a Sala.
Cuando Arfaxad tenía treinta y cinco años, engendró a Sélaj.
Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Selaj.
Y Arphaxad vivió treinta y cinco años, y engendró á Sala.
Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando nació su hijo Sélah
Arfaxad tenía treinta y cinco años cuando nació su hijo Sélah
Es aconsejable tomar continuamente en consideración el versículo Génesis, 11:12 de La Santa Biblia de manera que podamos hacer una reflexión en torno a él.Quizás deberíamos preguntarnos ¿Qué quiso decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Génesis, 11:12? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana seremos capaces de aplicar lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Génesis, 11:12 de la Santa Biblia?
Dedicar tiempo a la meditación sobre el versículo Génesis, 11:12 nos ayuda a ser mejores cristianos y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es conveniente apoyarse en el versículo Génesis, 11:12 cada vez que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo actuar o para traer la paz a nuestras almas.