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Génesis, 11:30

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Génesis, 11:30

Sarai no podía tener hijos porque era estéril.


Mas Sarai fué esteril, y no tenía hijo.


Mas Sarai era estéril, y no tenía hijo.


Pero Sarai era estéril y no tenía hijos.


Y Sarai era estéril, y no tenía hijo.


Y Sarai fue esteril, que no tenia hijo.


Sarai no podía tener hijos porque era estéril.


Sarai no podía tener hijos porque era estéril.


Saray era estéril y no tenía hijos.


Y Sarai era estéril; no tenía hijo.


Saray era estéril y no podía tener hijos.


Saray era estéril y no tenía hijos.


Saray no podía tener hijos, pues era estéril.


Pero Sarai era estéril; no tenía hijo.


Pero Sarai no podía quedar embarazada y no tenía hijos.


Pero Saray era estéril; no podía tener hijos.


Saray era estéril. No tenía hijos.


Y Sarai era estéril y no tenía hijos.


Pero Saraí era estéril; no tenía ningún hijo.


Mas Sarai fué esteril, y no tenía hijo.


Abram se casó con una mujer llamada Sarai, la cual no podía tener hijos. Nahor se casó con una mujer llamada Milcá, que era hija de Harán. La otra hija de Harán se llamaba Iscá.


Abram se casó con una mujer llamada Sarai, la cual no podía tener hijos. Nahor se casó con una mujer llamada Milcá, que era hija de Harán. La otra hija de Harán se llamaba Iscá.


Es muy recomendable tomar continuamente en consideración el versículo Génesis, 11:30 de los Textos Sagrados que componen la Biblia con el propósito de analizarlo y pensar en torno a él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué intentaba manifestarnos Dios Padre con el versículo Génesis, 11:30? ¿En qué ocasiones de nuestra vida diaria tenemos la oportunidad de recurrir a aquello que hemos aprendido gracias al versículo Génesis, 11:30 de Las Sagradas Escrituras?

El hecho de reflexionar en relación con el versículo Génesis, 11:30 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la razón por la cual es conveniente recurrir al versículo Génesis, 11:30 todas las veces que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber cómo proceder o para traer la paz a nuestras almas.