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Jeremías, 6:7

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Jeremías, 6:7

De Jerusalén brota la maldad como de un pozo brota el agua. No se oye en ella más que violencia y atropellos; no veo en ella más que heridas y dolor.


Como la fuente nunca cesa de manar sus aguas, así nunca cesa de manar su malicia; injusticia y robo se oye en ella; continuamente en mi presencia, enfermedad y herida.


Como la fuente nunca cesa de manar sus aguas, así ella nunca cesa de manar su maldad; injusticia y robo se oyen en ella; continuamente en mi presencia, enfermedad y herida.


Como de la fuente nunca cesan de manar las aguas, así de ella nunca cesa de manar la maldad; injusticia y robo se oyen en ella; continuamente en mi presencia hay enfermedad y herida.


Como la fuente nunca cesa de manar sus aguas, así nunca cesa de manar su malicia; injusticia y robo se oye en ella; continuamente en mi presencia, enfermedad y herida.


Como la fuente nunca ceſſa de manar ſus aguas, anſi nunca ceſſa de manar ſu malicia: injusticia y robo ſe oye enella cõtinamente en mi preſencia, enfermedad, y herida.


De Jerusalén brota la maldad como de un pozo brota el agua. No se oye en ella más que violencia y atropellos; no veo en ella más que heridas y dolor.


De Jerusalén brota la maldad como de un pozo brota el agua. No se oye en ella más que violencia y atropellos; no veo en ella más que heridas y dolor.


Como el agua fresca de un pozo, así mantiene fresca su maldad: se oye en ella violencia y destrucción, soy testigo de desgracias y de heridas.


Como un pozo mantiene frescas sus aguas, así ella mantiene fresca su maldad. En ella se oyen violencia y destrucción; ante mí hay de continuo enfermedades y heridas.


Como un manantial mantiene frescas sus aguas, así Jerusalén mantiene frescas sus maldades. Dentro de Jerusalén se oye violencia y destrucción, dolor y enfermedad es lo que veo todo el tiempo.


Como el agua fresca de un pozo, así mantiene fresca su maldad: se oye en ella violencia y destrucción, soy testigo de desgracias y de heridas.


En ella se ve la impiedad por todos lados, en sus calles resuena el eco de la violencia, gente gritando que le han robado o golpeado.


Como un pozo mantiene frescas sus aguas, Así ella mantiene fresca su maldad. En ella se oyen violencia y destrucción; Ante Mí hay de continuo enfermedades y heridas.


De ella brota la maldad como de una fuente. Sus calles resuenan con violencia y destrucción. Siempre veo sus enfermedades y heridas.


Como un pozo que hace brotar agua, así Jerusalén hace brotar su maldad. En ella se oye de violencia y destrucción; no veo otra cosa que enfermedades y heridas.


Como el manantial nunca deja de manar agua, así de ella brota su perversidad. En ella se oye hablar de violencia y destrucción. Sus enfermedades y heridas están continuamente delante de Mí.


Como la cisterna preserva frescas sus aguas, así ella preserva fresca su maldad. En ella se oye hablar de violencia y destrucción; continuamente hay enfermedad y heridas en mi presencia.


Así como de una fuente nunca deja de manar el agua, así también, de ella nunca deja de manar su maldad. En ella se habla de robos e injusticias; y siempre hay en mi presencia enfermedad y heridas.


Como la fuente nunca cesa de manar sus aguas, así nunca cesa de manar su malicia; injusticia y robo se oye en ella; continuamente en mi presencia, enfermedad y herida.


Abunda la maldad en Jerusalén como abunda el agua en el mar. No se oye hablar en ella más que de violencia y destrucción, ni se ve ninguna otra cosa que no sean heridas y dolor.


Abunda la maldad en Jerusalén como abunda el agua en el mar. No se oye hablar en ella más que de violencia y destrucción, ni se ve ninguna otra cosa que no sean heridas y dolor.


Hay que tener en todo momento presente el versículo Jeremías, 6:7 de La Santa Biblia para meditar en torno a él.Probablemente sería bueno preguntarse ¿Qué pretendía manifestarnos el Señor con el versículo Jeremías, 6:7? ¿En qué momentos de nuestro día a día seremos capaces de poner en práctica aquello que aprendemos gracias al versículo Jeremías, 6:7 de La Sagrada Biblia?

Reflexionar acerca de el versículo Jeremías, 6:7 es un gran aporte que nos permite a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la cuestión por la cual es conveniente recurrir al versículo Jeremías, 6:7 cada vez que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber qué pasos dar o para traer la tranquilidad a nuestros corazones y almas.