Esperábamos prosperidad, pero nada bueno nos ha llegado. Esperábamos salud, pero solo hay espanto.
Esperamos paz, y no hubo bien; día de cura, y he aquí turbación.
Esperamos paz, y no hubo bien; día de curación, y he aquí turbación.
Esperamos paz, y no hubo nada bueno; día de curación, y hubo turbación.
Esperamos paz, y no hubo bien; día de cura, y he aquí turbación.
Esperar paz, y no bien: dia de cura, y veys aqui turbacion.
Esperábamos prosperidad, pero nada bueno nos ha llegado. Esperábamos salud, pero sólo hay espanto.
Esperábamos prosperidad, pero nada bueno nos ha llegado. Esperábamos salud, pero solo hay espanto.
Esperábamos paz y nada va bien; un tiempo saludable, y llega el terror.
Esperábamos paz, y no hubo bien alguno; tiempo de curación, y he aquí, terror.
Esperaban tener paz, pero no ha llegado nada bueno. Esperaban que él los perdonara, pero sólo ha llegado el desastre.
Esperábamos paz y nada va bien; un tiempo saludable, y llega el terror.
Esperábamos paz, y paz no hubo; buscábamos salud, y sólo hallamos desgracia».
Esperábamos paz, pero no vino ningún bien; Tiempo de curación, pero sobrevino terror.
Esperábamos paz, pero la paz no llegó; esperábamos tiempos de sanidad, pero solo encontramos terror”.
Esperábamos paz, pero no llegó nada bueno. Esperábamos un tiempo de salud, pero solo nos llegó el terror.
Esperábamos paz y no hay tal bien, día de sanidad, pero aquí está el terror.
Esperamos paz y no hay tal bien; tiempo de sanidad, y he aquí, terror.
Esperábamos vivir en paz, y no llegó el bien; esperábamos el momento de sanar, y solo vemos confusión.
Esperamos paz, y no hubo bien; día de cura, y he aquí turbación.
Esperábamos que nos fuera bien, pero nada bueno hemos recibido; esperábamos ser sanados, pero estamos llenos de miedo.
Esperábamos que nos fuera bien, pero nada bueno hemos recibido; esperábamos ser sanados, pero estamos llenos de miedo.
Debemos tener continuamente presente el versículo Jeremías, 8:15 de La Sagrada Biblia de tal forma que podamos reflexionar acerca de él. ¿Qué intentaba decirnos Dios Nuestro Señor con el versículo Jeremías, 8:15? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo Jeremías, 8:15 de La Sagrada Biblia?
Meditar acerca de el versículo Jeremías, 8:15 es un gran aporte que nos permite a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por ese motivo es bueno servirse del versículo Jeremías, 8:15 cada vez que nos pueda servir de guía para saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestros corazones.