Sufro con el sufrimiento de mi pueblo; la tristeza y el terror se han apoderado de mí.
Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.
Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.
¡Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; abrumado estoy, el espanto se ha apoderado de mí!
Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.
Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi Pueblo: en tenebrecido estoy: espanto me ha arrebatado.
Sufro con el sufrimiento de mi pueblo; la tristeza y el terror se han apoderado de mí.
Sufro con el sufrimiento de mi pueblo; la tristeza y el terror se han apoderado de mí.
Los destrozos en la capital me tienen del todo destrozado, ando entristecido, presa del espanto.
Por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo estoy quebrantado; ando enlutado, el espanto se ha apoderado de mí.
Mi pueblo sufre y me duele su sufrimiento. Estoy muy triste, la desesperación se ha apoderado de mí.
Los destrozos en la capital me tienen del todo destrozado, ando entristecido, presa del espanto.
Lloro por la herida de mi pueblo; estoy atónito, silencioso, mudo de dolor.
Por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo estoy quebrantado; Ando enlutado, el espanto se ha apoderado de mí.
Sufro con el dolor de mi pueblo; lloro y estoy abrumado de profunda pena.
Por la herida de mi pueblo estoy herido; estoy de luto, el terror se apoderó de mí.
Por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo estoy quebrantado. Estoy entenebrecido. El espanto me arrebató.
Quebrantado estoy por el quebranto de la hija de mi pueblo. Estoy enlutado; el horror se ha apoderado de mí.
La ruina de la hija de mi pueblo me tiene destrozado. Me siento apesadumbrado, ¡sobrecogido de terror!
Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.
«Veo sufrir a mi pueblo, y eso me duele, me entristece y me asusta.
«Veo sufrir a mi pueblo, y eso me duele, me entristece y me asusta.
Deberíamos tomar siempre en consideración el versículo Jeremías, 8:21 de La Santa Biblia con el fin de hacer una reflexión sobre él. ¿Qué intentaba manifestarnos el Señor con el versículo Jeremías, 8:21? ¿En qué ocasiones de nuestro día a día tenemos la oportunidad de recurrir a lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Jeremías, 8:21 de La Biblia?
Reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo Jeremías, 8:21 nos es de gran ayuda a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por esa razón es oportuno apoyarse en el versículo Jeremías, 8:21 todas y cada una de las veces que pueda servirnos de guía para saber qué pasos dar o para traer la tranquilidad a nuestro espíritu.