El funcionario se arrodilló delante del rey, y le rogó: “Tenga usted paciencia conmigo y se lo pagaré todo.”
Entonces aquel siervo, postrado, le adoraba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba diciendo: “Señor, ten paciencia conmigo y yo te lo pagaré todo.”
Entonces aquel esclavo, postrado, le adoraba, diciendo: Señor, detén la ira para conmigo, y yo te lo pagaré todo.
Entonces aquel sieruo prostrado adoraualo, diziendo, Señor deten la ira para conmigo, y todo telo pagaré.
El funcionario se arrodilló delante del rey, y le rogó: “Tenga usted paciencia conmigo y se lo pagaré todo.”
El funcionario se arrodilló delante del rey, y le rogó: “Tenga usted paciencia conmigo y se lo pagaré todo.”
El siervo cayó entonces de rodillas delante de su amo, suplicándole: “Ten paciencia conmigo, que yo te lo pagaré todo”.
Entonces el siervo cayó postrado ante él, diciendo: «Ten paciencia conmigo y todo te lo pagaré».
Entonces el siervo se postró delante de él y le rogó: “Por favor, tenga un poco de paciencia conmigo, yo le voy a pagar todo lo que le debo”.
El siervo cayó entonces de rodillas delante de su amo, suplicándole: «Ten paciencia conmigo, que yo te lo pagaré todo».
Al oírlo, el hombre cayó de rodillas delante del rey y le suplicó: “Señor, por favor, ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”.
Entonces el siervo cayó postrado ante él, diciendo: “Tenga paciencia conmigo y todo se lo pagaré”.
»El hombre cayó de rodillas ante su amo y le suplicó: “Por favor, tenme paciencia y te lo pagaré todo”.
El siervo se postró delante de él. “Tenga paciencia conmigo —le rogó—, y se lo pagaré todo”.
Entonces el esclavo se postró ante él y le rogaba: Ten paciencia conmigo, y te pagaré todo.
Entonces el siervo cayó y se postró delante de él diciendo: “Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo”.
Pero aquel siervo se postró ante él, y le suplicó: “Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.”
Entonces aquel siervo, postrado, le adoraba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.
»Pero el empleado se arrodilló delante del rey y le suplicó: “Señor, deme usted un poco más de tiempo y le pagaré todo lo que le debo.”
»Pero el empleado se arrodilló delante del rey y le suplicó: “Señor, deme usted un poco más de tiempo y le pagaré todo lo que le debo.”
El versiculo San Mateo, 18:26 de La Sagrada Biblia es algo que deberíamos tomar continuamente en cuenta de tal forma que podamos meditar sobre él.Probablemente sería bueno preguntarse ¿Qué trataba de proponernos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo San Mateo, 18:26? ¿En qué momentos de nuestro día a día tenemos la oportunidad de recurrir a lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo San Mateo, 18:26 de Las Sagradas Escrituras?
Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo San Mateo, 18:26 nos ayuda a ser mejores cristianos y a aproximarnos más a Dios, por eso es oportuno servirse del versículo San Mateo, 18:26 en todas aquellas ocasiones en que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.