El hijo le contestó: “¡No quiero ir!” Pero después cambió de parecer, y fue.
Y respondiendo él, dijo: No quiero; mas después, arrepentido, fué.
Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue.
Respondiendo él, dijo: “¡No quiero!” Pero después, arrepentido, fue.
Y respondiendo él, dijo: No quiero; mas después, arrepentido, fue.
Y respondiendo el, dixo, No quiero. Mas deſpues arrepentido, fue.
El hijo le contestó: “¡No quiero ir!” Pero después cambió de parecer, y fue.
El hijo le contestó: “¡No quiero ir!” Pero después cambió de parecer, y fue.
El hijo contestó: “No quiero ir”. Pero más tarde cambió de idea y fue.
Y respondiendo él, dijo: «No quiero»; pero después, arrepentido, fue.
Él le contestó: “No quiero ir”. Pero más tarde cambió de idea y fue.
El hijo contestó: «No quiero ir». Pero más tarde cambió de idea y fue.
Y el hijo le respondió: “Lo siento; no tengo deseos de trabajar hoy en la finca”. Pero luego, arrepentido, fue.
Y él respondió: “No quiero”; pero después, arrepentido, fue.
El hijo le respondió: “No, no iré”, pero más tarde cambió de idea y fue.
“No quiero”, contestó, pero después se arrepintió y fue.
Él respondió: No quiero. Pero después cambió de mente y fue.
Él contestó y dijo: “No quiero”. Pero después cambió de parecer y fue.
El primero le respondió: “No quiero”; pero después se arrepintió y fue.
Y respondiendo él, dijo: No quiero; mas después, arrepentido, fué.
»Él le respondió: “¡No quiero ir!” »Pero después cambió de idea y fue a trabajar.
»Él le respondió: “¡No quiero ir!” »Pero después cambió de idea y fue a trabajar.
Es preciso tener continuamente presente el versículo San Mateo, 21:29 de La Santa Biblia con el propósito de reflexionar en torno a él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué quiso manifestarnos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo San Mateo, 21:29? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana seremos capaces de poner en práctica aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo San Mateo, 21:29 de Las Sagradas Escrituras?
Meditar sobre el versículo San Mateo, 21:29 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a elevar nuestra alma hacia Dios, por eso es oportuno acudir al versículo San Mateo, 21:29 todas y cada una de las veces que necesitemos una luz que nos guíe y así saber cómo actuar o para traer paz a nuestros corazones y almas.