«Digan a la ciudad de Sión: “Mira, tu Rey viene a ti, humilde, montado en un burro, en un burrito, cría de una bestia de carga.”»
Decid á la hija de Sión: He aquí, tu Rey viene á ti, Manso, y sentado sobre una asna, Y sobre un pollino, hijo de animal de yugo.
Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, Sobre un pollino, hijo de animal de carga.
«Decid a la hija de Sión: tu Rey viene a ti, manso y sentado sobre un asno, sobre un pollino, hijo de animal de carga.»
Decid a la hija de Sión: He aquí, tu Rey viene a ti, manso, y sentado sobre una asna, y sobre un pollino, hijo de bestia de yugo.
Dezid à la hija de Sion, Heaqui, tu Rey te viene, Manso, sentado ſobre vna aſna, y vn pollino hijo de animal de yugo.
«Digan a la ciudad de Sión: “Mira, tu Rey viene a ti, humilde, montado en un burro, en un burrito, cría de una bestia de carga.”»
«Digan a la ciudad de Sión: “Mira, tu Rey viene a ti, humilde, montado en un burro, en un burrito, cría de una bestia de carga.”»
Digan a Jerusalén, la ciudad de Sión: Mira, tu Rey viene a ti lleno de humildad, montado en un asno, en un pollino, hijo de animal de carga.
DECID A LA HIJA DE SIóN: «MIRA, TU REY VIENE A TI, HUMILDE Y MONTADO EN UN ASNA, Y EN UN POLLINO, HIJO DE BESTIA DE CARGA».
«Díganle a la gente de Sion: “Mira, tu rey viene hacia ti, humilde y montado en un burro; sí, en un burrito, cría de un animal de carga”».
Digan a Jerusalén, la ciudad de Sion: Mira, tu Rey viene a ti lleno de humildad, montado en un asno, en un pollino, hijo de animal de carga.
«Díganle a Jerusalén: “Tu Rey vendrá a ti sentado humildemente sobre un burrito”».
«DIGAN A LA HIJA DE SIóN: “MIRA, TU REY VIENE A TI, HUMILDE Y MONTADO EN UN ASNA, Y EN UN POLLINO, HIJO DE BESTIA DE CARGA” ».
«Dile a la gente de Jerusalén: “Mira, tu Rey viene hacia ti. Es humilde y llega montado en un burro: montado en la cría de una burra”».
«Digan a la hija de Sión: “Mira, tu rey viene hacia ti, humilde y montado en un burro, en un burrito, cría de una bestia de carga”».
Digan a la hija de Sion: Mira, tu Rey viene a ti manso y sentado sobre una asna, y sobre un pollino, hijo de bestia de carga.
Digan a la hija de Sion: “He aquí tu Rey viene a ti, manso y sentado sobre una asna y sobre un borriquillo, hijo de bestia de carga”.
«Digan a la hija de Sión: Tu Rey viene a ti, manso, y sentado sobre una burra, sobre un burrito, hijo de animal de carga.»
Decid á la hija de Sión: He aquí, tu Rey viene á ti, Manso, y sentado sobre una asna, Y sobre un pollino, hijo de animal de yugo.
«Díganle a la gente de Jerusalén: ¡Miren, ahí viene su rey! Él es humilde, viene montado en un burro, en un burrito.»
«Díganle a la gente de Jerusalén: ¡Miren, ahí viene su rey! Él es humilde, viene montado en un burro, en un burrito.»
El versiculo San Mateo, 21:5 de La Sagrada Biblia consiste en algo que es conveniente tomar constantemente en cuenta con el fin de hacer una reflexión en torno a él.Seguramente sería bueno preguntarse ¿Qué quiso manifestarnos Dios con el versículo San Mateo, 21:5? ¿En qué coyunturas de nuestro día a día podemos llevar a la práctica lo que aprendemos gracias al versículo San Mateo, 21:5 de la Santa Biblia?
El hecho de reflexionar en relación con el versículo San Mateo, 21:5 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores cristianos y a aproximarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es útil servirse del versículo San Mateo, 21:5 todas y cada una de las veces que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir para saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.