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San Marcos, 3:11

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San Marcos, 3:11

Y cuando los espíritus impuros lo veían, se ponían de rodillas delante de él y gritaban: —¡Tú eres el Hijo de Dios!


Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.


Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.


Y los espíritus impuros, al verlo, se postraban delante de él y gritaban: —¡Tú eres el Hijo de Dios!


Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.


Y los espiritus immundos, en viendolo, ſe prostrauan delante deel, y dauan bozes diziendo, Tu eres el Hijo de Dios.


Y cuando los espíritus impuros lo veían, se ponían de rodillas delante de él y gritaban: —¡Tú eres el Hijo de Dios!


Y cuando los espíritus impuros lo veían, se ponían de rodillas delante de él y gritaban: —¡Tú eres el Hijo de Dios!


Y hasta los espíritus impuros, al verlo, se arrojaban a sus pies, gritando: — ¡Tú eres el Hijo de Dios!


Y siempre que los espíritus inmundos le veían, caían delante de Él y gritaban, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.


Cuando los espíritus malignos que algunos tenían veían a Jesús, se arrodillaban ante él y gritaban con fuerza: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»


Y hasta los espíritus impuros, al verlo, se arrojaban a sus pies, gritando: —¡Tú eres el Hijo de Dios!


Cada vez que los endemoniados lo veían, caían de rodillas ante él gritando: ―¡Tú eres el Hijo de Dios!


Y siempre que los espíritus inmundos veían a Jesús, caían delante de Él y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios».


Y, cuando los que estaban poseídos por espíritus malignos lo veían, los espíritus los arrojaban al suelo frente a él y gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»


Además, los espíritus malignos, al verlo, se postraban ante él, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»


Cuando los espíritus impuros lo miraban, caían ante Él y gritaban: ¡Tú eres el Hijo de Dios!


Y los espíritus inmundos, siempre que lo veían se postraban delante de él y gritaban diciendo: “¡Tú eres el Hijo de Dios!”.


Cuando los espíritus impuros lo veían, se arrodillaban delante de él y a gritos le decían: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»


Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.


Cuando los espíritus malos veían a Jesús, caían al suelo y gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»


Cuando los espíritus malos veían a Jesús, caían al suelo y gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»


El versiculo San Marcos, 3:11 de La Sagrada Biblia es algo que es aconsejable tener continuamente presente para meditar en torno a él.Tal vez sería bueno preguntarse ¿Qué pretendía decirnos Dios con el versículo San Marcos, 3:11? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que podemos recurrir a aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo San Marcos, 3:11 de la Santa Biblia?

Hacer un análisis profundo en relación con el versículo San Marcos, 3:11 es un gran aporte que nos permite a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es útil servirse del versículo San Marcos, 3:11 cada vez que pueda servirnos de guía para saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestros corazones y almas.