1 Corintios, 10:15
Les hablo como a personas entendidas: juzguen ustedes mismos lo que les digo.
Como a sabios hablo; juzgad vosotros lo que digo.
Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.
Como a sensatos os hablo; juzgad vosotros lo que digo.
¶ Como a sabios hablo; juzgad vosotros lo que digo.
Como à ſabios hablo, juzgad vosotros lo que digo.
Les hablo como a personas entendidas: juzguen ustedes mismos lo que les digo.
Les hablo como a personas entendidas: juzguen ustedes mismos lo que les digo.
Les hablo como a personas inteligentes, capaces de estimar el valor de lo que les digo.
Os hablo como a sabios; juzgad vosotros lo que digo.
Les hablo como a gente con la que se puede razonar, juzguen ustedes mismos lo que les digo.
Les hablo como a personas inteligentes, capaces de estimar el valor de lo que les digo.
Ustedes son inteligentes. Piénsenlo y díganme si no es verdad lo que les digo.
Les hablo como a sabios; juzguen ustedes lo que digo.
Ustedes son personas razonables. Juzguen por sí mismos si lo que digo es cierto.
Me dirijo a personas sensatas; juzguen ustedes mismos lo que digo.
Les hablo como a sabios. Juzguen ustedes lo que digo
Como a sensatos les hablo; juzguen ustedes lo que digo.
Les hablo como a personas sensatas; juzguen ustedes mismos lo que digo.
Como á sabios hablo; juzgad vosotros lo que digo.
Ustedes son personas inteligentes, y estoy seguro de que me entienden.
Ustedes son personas inteligentes, y estoy seguro de que me entienden.
El versiculo 1 Corintios, 10:15 de La Santa Biblia consiste en algo que deberíamos tener siempre presente de tal forma que podamos meditar acerca de él. ¿Qué trataba de manifestarnos el Señor con el versículo 1 Corintios, 10:15? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestro día a día en que podemos recurrir a lo que aprendemos gracias al versículo 1 Corintios, 10:15 de La Biblia?
El hecho de reflexionar acerca de el versículo 1 Corintios, 10:15 nos ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a aproximarnos más a Dios, por eso es oportuno recurrir al versículo 1 Corintios, 10:15 siempre que pueda servirnos de guía para saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.
