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1 Corintios, 10:20

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1 Corintios, 10:20

Lo que digo es que cuando los paganos ofrecen algo en sacrificio, se lo ofrecen a los demonios, y no a Dios, y yo no quiero que ustedes tengan nada en común con los demonios.


Antes digo que lo que los Gentiles sacrifican, á los demonios lo sacrifican, y no á Dios: y no querría que vosotros fueseis partícipes con los demonios.


Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.


Antes digo que aquello que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios.


Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no querría que vosotros fuerais partícipes de los demonios.


Antes digo que lo que las Gentes sacrifican, à los demonios lo sacrifican, y no à Dios: y no querria que vosotros fueſſe des participes de los demonios.


Lo que digo es que cuando los paganos ofrecen algo en sacrificio, se lo ofrecen a los demonios, y no a Dios, y yo no quiero que ustedes tengan nada en común con los demonios.


Lo que digo es que cuando los paganos ofrecen algo en sacrificio, se lo ofrecen a los demonios, y no a Dios, y yo no quiero que ustedes tengan nada en común con los demonios.


Lo que quiero decir es que esas víctimas se ofrecen a los demonios y no a Dios; y yo no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios.


No, sino que digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios; no quiero que seáis partícipes con los demonios.


No, porque esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios, y no quiero que ustedes compartan con los demonios.


Lo que quiero decir es que esas víctimas se ofrecen a los demonios y no a Dios; y yo no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios.


No; de ninguna manera. Lo que digo es que los que ofrecen sacrificios a los ídolos, en realidad se los ofrecen a los demonios, y nunca a Dios. Y no quiero que ninguno de ustedes tenga comunión con los


No, sino que digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios y no a Dios; no quiero que ustedes sean partícipes con los demonios.


No, de ninguna manera. Lo que digo es que esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios. Y no quiero que ustedes tengan parte con los demonios.


No, sino que cuando ellos ofrecen sacrificios, lo hacen para los demonios, no para Dios, y no quiero que ustedes entren en comunión con los demonios.


Más bien digo que ofrecen los sacrificios a los demonios y no a Dios. No quiero que ustedes participen con los demonios.


Al contrario, digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios, y no a Dios. Y yo no quiero que ustedes participen con los demonios.


Lo que quiero decir es que los animales que ofrecen los no judíos, se ofrecen a los demonios, y no a Dios; y yo no quiero que ustedes tengan algo que ver con los demonios.


Antes digo que lo que los Gentiles sacrifican, á los demonios lo sacrifican, y no á Dios: y no querría que vosotros fueseis partícipes con los demonios.


Cuando los que no creen en Cristo ofrecen algo, se lo dan a los demonios y no a Dios. ¡Y yo no quiero que ustedes tengan nada que ver con los demonios!


Cuando los que no creen en Cristo ofrecen algo, se lo dan a los demonios y no a Dios. ¡Y yo no quiero que ustedes tengan nada que ver con los demonios!


Es preciso tomar continuamente en consideración el versículo 1 Corintios, 10:20 de La Biblia de manera que podamos meditar sobre él. ¿Qué quiso decirnos el Señor con el versículo 1 Corintios, 10:20? ¿En qué momentos de nuestra vida cotidiana seremos capaces de aplicar aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo 1 Corintios, 10:20 de La Biblia?

El hecho de reflexionar en relación con el versículo 1 Corintios, 10:20 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a acercarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es conveniente apoyarse en el versículo 1 Corintios, 10:20 cuando creamos que pueda servirnos de guía de modo que podamos saber cómo actuar o para traer paz a nuestros corazones y almas.