No hay que buscar el bien de uno mismo, sino el bien de los demás.
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
Nadie busque su propio bien, sino el del otro.
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
Ninguno busque lo que es suyo: mas cada vno lo que es del otro.
No hay que buscar el bien de uno mismo, sino el bien de los demás.
No hay que buscar el bien de uno mismo, sino el bien de los demás.
Que nadie busque su propio interés, sino el del prójimo.
Nadie busque su propio bien, sino el de su prójimo.
Que nadie busque su provecho personal, sino el beneficio de los demás.
Que nadie busque su propio interés, sino el del prójimo.
Uno no puede pensar sólo en uno mismo. Hay que pensar en lo que conviene para el bien de los demás.
Nadie busque su propio bien, sino el de su prójimo.
No se preocupen por su propio bien, sino por el bien de los demás.
Que nadie busque sus propios intereses, sino los del prójimo.
Nadie busque su propio bien, sino el del otro.
Nadie busque su propio bien, sino el bien del otro.
Ninguno debe buscar su propio bien, sino el bien del otro.
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
Por eso, tenemos que pensar en el bien de los demás, y no solo en nosotros mismos.
Por eso, tenemos que pensar en el bien de los demás, y no solo en nosotros mismos.
El versiculo 1 Corintios, 10:24 de La Sagrada Biblia consiste en algo que debemos tener continuamente presente con la finalidad de analizarlo y pensar acerca de él.Quizás sería bueno preguntarse ¿Qué intentaba manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo 1 Corintios, 10:24? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida cotidiana en que tenemos la oportunidad de hacer valer lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo 1 Corintios, 10:24 de La Sagrada Biblia?
Discurrir y recapacitar en relación con el versículo 1 Corintios, 10:24 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es aconsejable recurrir al versículo 1 Corintios, 10:24 todas y cada una de las veces que nos pueda servir de guía y así saber cómo proceder o para traer la tranquilidad a nuestro espíritu.