Sin embargo, lo espiritual no es primero, sino lo material; después lo espiritual.
Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
Pero lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
Mas lo espiritual no es primero: ſino lo animal, luego lo espiritual.
Sin embargo, lo espiritual no es primero, sino lo material; después lo espiritual.
Sin embargo, lo espiritual no es primero, sino lo material; después lo espiritual.
Y no existió primero lo espiritual, sino lo animal; lo espiritual es posterior.
Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual.
Entonces, el hombre espiritual no apareció primero, sino el hombre físico, y luego el espiritual.
Y no existió primero lo espiritual, sino lo animal; lo espiritual es posterior.
Entonces, primero tenemos cuerpo humano y después Dios nos da un cuerpo espiritual.
Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual.
Lo que primero viene es el cuerpo natural, y más tarde viene el cuerpo espiritual.
No vino primero lo espiritual, sino lo natural y después lo espiritual.
Pues primero es lo natural, luego, lo espiritual.
Pero lo espiritual no es primero, sino lo natural; luego lo espiritual.
Pero lo espiritual no vino primero, sino lo animal; y luego lo espiritual.
Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
Así que primero llegó a existir lo físico, y luego lo espiritual.
Así que primero llegó a existir lo físico, y luego lo espiritual.
Es aconsejable tener continuamente presente el versículo 1 Corintios, 15:46 de La Biblia con la finalidad de meditar acerca de él. ¿Qué intentaba manifestarnos Dios con el versículo 1 Corintios, 15:46? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestro día a día en que tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo 1 Corintios, 15:46 de Las Sagradas Escrituras?
Dedicar tiempo a la meditación en torno a lo que se refiere el versículo 1 Corintios, 15:46 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, por esa cuestión es útil servirse del versículo 1 Corintios, 15:46 siempre que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber cómo actuar o para traer la serenidad a nuestros corazones.