Quiero decirles, hermanos, que lo puramente material no puede tener parte en el reino de Dios, y que lo corruptible no puede tener parte en lo incorruptible.
Esto empero digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción.
Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción.
Esto empero digo, Hermanos, Que la carne y la sangre no pueden heredar el Reyno de Dios. ni la corrupcion hereda la incorrupcion.
Quiero decirles, hermanos, que lo puramente material no puede tener parte en el reino de Dios, y que lo corruptible no puede tener parte en lo incorruptible.
Quiero decirles, hermanos, que lo puramente material no puede tener parte en el reino de Dios, y que lo corruptible no puede tener parte en lo incorruptible.
Quiero decir con esto, hermanos, que lo que es sólo carne y sangre no puede heredar el reino de Dios; que lo corruptible no heredará lo incorruptible.
Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.
Les digo esto, hermanos: nuestro cuerpo de carne y hueso no puede tener parte en el reino de Dios. Pues lo que se pudre no puede ser parte de lo que nunca se pudre.
Quiero decir con esto, hermanos, que lo que es solo carne y sangre no puede heredar el reino de Dios; que lo corruptible no heredará lo incorruptible.
Les digo, hermanos míos, que ningún cuerpo de carne y hueso podrá entrar en el reino de Dios. Este cuerpo corruptible no puede heredar lo que es incorruptible.
Esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.
Lo que les digo, amados hermanos, es que nuestros cuerpos físicos no pueden heredar el reino de Dios. Estos cuerpos que mueren no pueden heredar lo que durará para siempre.
Les declaro, hermanos, que el cuerpo mortal no puede heredar el reino de Dios ni lo corruptible puede heredar lo incorruptible.
Pero esto digo, hermanos: el cuerpo y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni lo corruptible hereda lo incorruptible.
Y esto digo, hermanos, que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción heredar la incorrupción.
Pero una cosa les digo, hermanos: ni la carne ni la sangre pueden heredar el reino de Dios, y tampoco la corrupción puede heredar la incorrupción.
Esto empero digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción.
Hermanos míos, lo que es de sangre y carne no tiene cabida en el reino de Dios, que es eterno.
Hermanos míos, lo que es de sangre y carne no tiene cabida en el reino de Dios, que es eterno.
Es aconsejable tener continuamente presente el versículo 1 Corintios, 15:50 de La Sagrada Biblia de manera que podamos analizarlo y pensar en torno a él.Seguramente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de manifestarnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo 1 Corintios, 15:50? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida diaria en que tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo 1 Corintios, 15:50 de La Sagrada Biblia?
Reflexionar en torno a lo que se refiere el versículo 1 Corintios, 15:50 es un gran aporte que nos permite a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, por eso es aconsejable servirse del versículo 1 Corintios, 15:50 cuando creamos que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir y así saber en qué forma acturar o para traer la tranquilidad a nuestros corazones.