—No voy a perder más tiempo contigo —le respondió Joab; y tomando tres dardos, los clavó en el corazón de Absalón, que aún estaba vivo en la encina.
Y respondió Joab: No es razón que yo te ruegue. Y tomando tres dardos en sus manos, hincólos en el corazón de Absalom, que aun estaba vivo en medio del alcornoque.
Y respondió Joab: No malgastaré mi tiempo contigo. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, quien estaba aún vivo en medio de la encina.
—No malgastaré mi tiempo contigo —respondió Joab. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, quien estaba aún vivo en medio de la encina.
Y respondió Joab: No es razón que yo te ruegue. Y tomando tres dardos en su mano, los hincó en el corazón de Absalón, que aun estaba vivo en medio del alcornoque.
Y Ioab respondió, No es razon, que yo te ruegue. Y tomando tres dardos en ſu mano, hincólos enel coraçõ de Absalom, que aun eſtaua biuo en medio del alcornoque.
—No voy a perder más tiempo contigo —le respondió Joab; y tomando tres dardos, los clavó en el corazón de Absalón, que aún estaba vivo en la encina.
—No voy a perder más tiempo contigo —le respondió Joab; y tomando tres dardos, los clavó en el corazón de Absalón, que aún estaba vivo en la encina.
Joab le contestó: — ¡No quiero seguir perdiendo el tiempo contigo! Echó mano a tres flechas y las clavó en el corazón de Absalón, que todavía colgaba vivo de la encina.
Respondió Joab: No malgastaré mi tiempo aquí contigo. Y tomando tres dardos en la mano, los clavó en el corazón de Absalón mientras todavía estaba vivo en medio de la encina.
Joab dijo: —¡No voy a perder más tiempo hablando contigo! Absalón todavía estaba vivo colgando del roble, pero Joab tomó tres varas y golpeó con ellas a Absalón en el pecho.
Joab le contestó: —¡No quiero seguir perdiendo el tiempo contigo! Echó mano a tres flechas y las clavó en el corazón de Absalón, que todavía colgaba vivo de la encina.
―¡Basta de decir necedades! —dijo Joab. Enseguida tomó tres dardos y los clavó en el corazón de Absalón, que aún colgaba vivo de la encina.
Respondió Joab: «No malgastaré mi tiempo aquí contigo». Y tomando tres dardos en la mano, los clavó en el corazón de Absalón mientras todavía estaba vivo en medio de la encina.
—Basta ya de esta tontería —dijo Joab. Enseguida Joab tomó tres dagas y las clavó en el corazón de Absalón mientras estaba colgado, todavía vivo, del gran árbol.
—No voy a malgastar mi tiempo contigo —respondió Joab. Acto seguido, agarró tres lanzas y fue y se las clavó en el pecho a Absalón, que todavía estaba vivo en medio de la encina.
Joab respondió: No perderé mi tiempo contigo. Y tomó tres flechas en su mano, fue y las clavó en el corazón de Absalón, mientras aún éste estaba colgado del roble.
Joab respondió: —No perderé mi tiempo contigo. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, que aún estaba vivo en medio de la encina.
Joab le respondió: «No voy a perder mi tiempo contigo.» Y al ver que Absalón pendía de la encina y aún estaba con vida, tomó tres dardos y se los clavó a Absalón en el corazón.
Y respondió Joab: No es razón que yo te ruegue. Y tomando tres dardos en sus manos, hincólos en el corazón de Absalom, que aun estaba vivo en medio del alcornoque.
Joab le dijo: —¡Estoy perdiendo el tiempo contigo! Enseguida, Joab fue al árbol donde Absalón todavía estaba colgado, y le clavó tres flechas en el pecho.
Joab le dijo: —¡Estoy perdiendo el tiempo contigo! Enseguida, Joab fue al árbol donde Absalón todavía estaba colgado, y le clavó tres flechas en el pecho.
Deberíamos tomar constantemente en cuenta el versículo 2 Samuel, 18:14 de La Santa Biblia para reflexionar en torno a él.Seguramente sería adecuado preguntarse ¿Qué quiso decirnos el Señor con el versículo 2 Samuel, 18:14? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de aprovechar aquello que hemos alcanzado a saber gracias al versículo 2 Samuel, 18:14 de La Sagrada Biblia?
El hecho de reflexionar sobre el versículo 2 Samuel, 18:14 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores personas y a aproximarnos más a Dios, por eso es oportuno acudir al versículo 2 Samuel, 18:14 en todas aquellas ocasiones en que pueda servirnos de guía y así saber cómo proceder o para traer la serenidad a nuestro espíritu.