<

2 Samuel, 18:32

>

2 Samuel, 18:32

El rey preguntó al etiope: —Y el joven Absalón, ¿está bien? El etiope contestó: —Ojalá que los enemigos de Su Majestad y todos los que se rebelen contra Su Majestad y busquen su mal, acaben como ese m


El rey entonces dijo á Cusi: ¿El mozo Absalom tiene paz? Y Cusi respondió: Como aquel mozo sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.


El rey entonces dijo al etíope: ¿El joven Absalón está bien? Y el etíope respondió: Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levanten contra ti para mal.


El rey preguntó entonces al etíope: —¿El joven Absalón está bien? El etíope respondió: —Que a los enemigos de mi señor les vaya como a aquel joven, y a todos los que se levanten contra ti para mal.


El rey entonces dijo a Cusi: ¿El joven Absalón tiene paz? Y Cusi respondió: Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.


El Rey entonces dixo à Chusi. El moço Absalom tiene paz? Y Chusi respondió. Como aquel moço ſean los enemigos de mi señor el Rey, y todos los que ſe leuantan contra ti para mal.


El rey preguntó al etiope: —Y el joven Absalón, ¿está bien? El etiope contestó: —Ojalá que los enemigos de Su Majestad y todos los que se rebelen contra Su Majestad y busquen su mal, acaben como ese m


El rey preguntó al etiope: —Y el joven Absalón, ¿está bien? El etiope contestó: —Ojalá que los enemigos de Su Majestad y todos los que se rebelen contra Su Majestad y busquen su mal, acaben como ese m


El rey preguntó al cusita: — ¿Está bien el joven Absalón? Y el cusita respondió: — ¡Que acaben como él todos los enemigos del rey, mi señor, y cuantos se rebelen para hacerte daño!


Dijo el rey al cusita: ¿Le va bien al joven Absalón? Y el cusita respondió: Sean como ese joven los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.


El rey le preguntó al etíope: —¿Está bien el joven Absalón? El etíope contestó: —Que todos sus enemigos y los que intenten hacerle algún daño sufran igual que este joven.


El rey preguntó al cusita: —¿Está bien el joven Absalón? Y el cusita respondió: —¡Que acaben como él todos los enemigos del rey, mi señor, y cuantos se rebelen para hacerte daño!


―¿Y cómo está el joven Absalón? ¿Está bien? —preguntó el rey. ―¡Ojalá todos los enemigos de mi señor el rey mueran como murió ese muchacho! —respondió el hombre.


Dijo el rey al cusita: «¿Le va bien al joven Absalón?». Y el cusita respondió: «Sean como ese joven los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra usted para mal».


—¿Qué me dices del joven Absalón? —preguntó el rey—. ¿Se encuentra bien? Y el etíope contestó: —¡Que todos sus enemigos, mi señor el rey, ahora y en el futuro, corran con la misma suerte de ese joven!


—¿Y está bien el joven Absalón? —preguntó el rey. El cusita contestó: —¡Que sufran como ese joven los enemigos de mi señor el rey y todos los que intentan hacerle mal!


Y el rey preguntó al etíope: ¿Está bien el joven Absalón? Y el etíope contestó: ¡Como aquel joven sean los enemigos de mi ʼadón el rey, y todos los que se levantaron contra ti!


El rey preguntó al etíope: —¿Está bien el joven Absalón? El etíope respondió: —Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.


El rey le preguntó: «El joven Absalón, ¿se encuentra bien?» Y el etíope respondió: «¡Que todos los enemigos de Su Majestad, y todos los que se subleven contra Su Majestad y busquen su mal, acaben como


El rey entonces dijo á Cusi: ¿El mozo Absalom tiene paz? Y Cusi respondió: Como aquel mozo sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.


Pero el rey le preguntó: —¿Cómo está el joven Absalón? El etíope le contestó: —¡Quiera Dios que todos los enemigos del rey mueran como ese muchacho!


Pero el rey le preguntó: —¿Cómo está el joven Absalón? El etíope le contestó: —¡Quiera Dios que todos los enemigos del rey mueran como ese muchacho!


Es muy recomendable tomar en todo momento en consideración el versículo 2 Samuel, 18:32 de La Santa Biblia para analizarlo y pensar sobre él.Quizás sería acertado cuestionarse ¿Qué intentaba proponernos Dios con el versículo 2 Samuel, 18:32? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que tenemos la oportunidad de hacer valer aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo 2 Samuel, 18:32 de La Sagrada Biblia?

Reflexionar acerca de el versículo 2 Samuel, 18:32 nos ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a acercarnos más a Dios, ese es el motivo por el cual es aconsejable apoyarse en el versículo 2 Samuel, 18:32 siempre que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber en qué forma acturar o para traer la tranquilidad a nuestros corazones.