33(19.1) El rey se conmovió, y subiendo al cuarto que estaba encima de la puerta, se echó a llorar. Y mientras caminaba, decía: «¡Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Ojalá yo hubiera muerto en tu
Entonces el rey se turbó, y subióse á la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡Hijo mío Absalom, hijo mío, hijo mío Absalom! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalom, hijo mío
Entonces el rey se turbó, y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalón, hijo mío,
Entonces el rey se turbó, subió a la sala que estaba encima de la puerta y lloró. Mientras iba subiendo, decía: «¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muerto en tu lugar
Entonces el rey se turbó, y subió a la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: ¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en lugar tuyo, Absalón, hijo mío, h
Entonces el Rey ſe turbó, y subiose à la sala de la puerta, y lloró, y yendo dezia anſi, Hijo mio Absalom, hijo mio, hijo mio Absalom, quien me diera, que yo muriera en lugar de ti Absalom hijo mio, h
I. LOS ORÍGENES DEL MUNDO Y DE LA HISTORIA HUMANA(1—11)La Creación En el comienzo de todo, Dios creó#.1 Creó: heb. bará. En el AT, este verbo tiene por sujeto únic
33 (19.1) El rey se conmovió, y subiendo al cuarto que estaba encima de la puerta, se echó a llorar. Y mientras caminaba, decía: «¡Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Ojalá yo hubiera muerto en tu
I.— ORIGEN DEL MUNDO Y DE LOS SERES HUMANOS (1—11)Primer relato de la creación#,1—2,4a: Por su forma y estilo, esta primera página de la Biblia es una pieza maestra del art
Y el rey se conmovió profundamente, y subió al aposento que había encima de la puerta y lloró. Y decía así mientras caminaba: ¡Hijo mío Absalón; hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muert
Al oír esto, el rey se puso muy mal y subió a su habitación sobre la entrada de la ciudad gritando: «¡Ay, Absalón, hijo mío! ¡Mi hijo Absalón, quisiera haber muerto yo y no tú! ¡Ay, mi hijo Absalón!»
I. Origen del mundo y de los seres humanos (1–11)Primer relato de la creación (1,1–2,4a) #,4b-25; Jb 38–39; Sal 8; ; Pr 8,22-29; Jn 1,2-3. Cuando Dios, en el principio,creó
Al oír la noticia, el rey rompió a llorar y subió al cuarto que estaba encima de la puerta. Se lamentaba diciendo: «¡Ay, Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Ojalá hubiera muerto yo en tu lugar! ¡A
El rey se conmovió profundamente, y subió al aposento que había encima de la puerta y lloró. Y decía así mientras caminaba: «¡Hijo mío Absalón; hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muerto
Entonces el rey se sintió abrumado por la emoción. Subió a la habitación que estaba sobre la entrada y se echó a llorar. Y mientras subía, clamaba: «¡Oh, mi hijo Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío Absalón!
Al oír esto, el rey se estremeció y mientras subía al cuarto que está encima de la puerta, lloraba y decía: «¡Ay, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Ojalá hubiera muerto yo en tu lugar!
El rey se conmovió profundamente, subió a la sala que estaba sobre la puerta y lloró. Mientras subía decía: ¡Hijo mío, Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera que muriera yo en tu lugar
El rey se estremeció. Subió a la sala que estaba encima de la puerta y lloró. Decía mientras subía: —¡Hijo mío Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que yo muriera en tu lugar, Absalón
El rey se estremeció, y mientras subía a su cuarto, se echó a llorar y decía: «¡Hijo mío, Absalón! ¡Hijo mío, Absalón! ¡Cómo quisiera yo haber muerto en tu lugar, Absalón, hijo mío!»
Entonces el rey se turbó, y subióse á la sala de la puerta, y lloró; y yendo, decía así: Hijo mío Absalom, hijo mío, hijo mío Absalom! Quién me diera que muriera yo en lugar de ti, Absalom, hijo mío
33 (19.1) El rey David se puso muy triste y se fue a llorar al cuarto que estaba sobre la entrada de Mahanaim. Mientras iba subiendo, decía: «¡Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Cómo quisiera yo
33 (19.1) El rey David se puso muy triste y se fue a llorar al cuarto que estaba sobre la entrada de Mahanaim. Mientras iba subiendo, decía: «¡Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Cómo quisiera yo
Nos conviene tomar en todo momento en consideración el versículo 2 Samuel, 18:33 de los Textos Sagrados que componen la Biblia con la finalidad de meditar acerca de él.Tal vez deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de decirnos Dios Padre con el versículo 2 Samuel, 18:33? ¿En qué coyunturas de nuestra vida diaria podemos hacer valer aquello que hemos llegado a saber gracias al versículo 2 Samuel, 18:33 de La Sagrada Biblia?
El hecho de reflexionar acerca de el versículo 2 Samuel, 18:33 nos es de gran ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa razón es bueno recurrir al versículo 2 Samuel, 18:33 siempre que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber cómo proceder o para traer el sosiego a nuestras almas.