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Hechos, 21:36

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Hechos, 21:36

porque todos iban detrás, gritando: «¡Muera!»


Porque multitud de pueblo venía detrás, gritando: Mátale.


porque la muchedumbre del pueblo venía detrás, gritando: ¡Muera!


porque la muchedumbre del pueblo venía detrás, gritando: —¡Muera!


porque la multitud del pueblo venía detrás, gritando: Mátale.


Porque multitud de pueblo venia de tras dando bozes, Matalo.


porque todos iban detrás, gritando: «¡Muera!»


porque todos iban detrás, gritando: «¡Muera!»


detrás, el pueblo en masa vociferaba sin cesar: — ¡Mátalo!


porque la multitud del pueblo lo seguía, gritando: ¡Muera!


La gente los seguía y gritaba enfurecida: «¡Mátenlo!»


detrás, el pueblo en masa vociferaba sin cesar: —¡Mátalo!


«¡Muera!» —gritaba la multitud detrás de ellos.


porque la multitud del pueblo lo seguía, gritando: «¡Muera!».


Y la multitud seguía gritando desde atrás: «¡Mátenlo! ¡Mátenlo!».


El pueblo en masa iba detrás gritando: «¡Que lo maten!».


porque la muchedumbre del pueblo gritaba: ¡Mátalo!


porque la muchedumbre del pueblo venía detrás gritando: “¡Mátalo!”.


y todo el pueblo que venía detrás gritaba: «¡Mátenlo!»


Porque multitud de pueblo venía detrás, gritando: Mátale.


pues la gente estaba furiosa y gritaba: «¡Que muera!»


pues la gente estaba furiosa y gritaba: «¡Que muera!»


El versiculo Hechos, 21:36 de La Santa Biblia es algo que es conveniente tener constantemente presente a fin de meditar acerca de él.Quizás sería adecuado preguntarse ¿Qué intentaba proponernos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo Hechos, 21:36? ¿Cuáles son los momentos de nuestra vida cotidiana en que seremos capaces de recurrir a lo que hemos aprendido gracias al versículo Hechos, 21:36 de La Sagrada Biblia?

Meditar en torno a lo que se refiere el versículo Hechos, 21:36 nos ayuda a ser mejores cristianos y a aproximarnos más a Dios, por ese motivo es bueno servirse del versículo Hechos, 21:36 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen y así saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.