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Ezequiel, 22:11

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Ezequiel, 22:11

Hay quienes cometen adulterio con la mujer de su prójimo, o tienen relaciones vergonzosas con su nuera, o hacen violencia a una media hermana.


Y cada uno hizo abominación con la mujer de su prójimo; y cada uno contaminó su nuera torpemente; y cada uno forzó en ti á su hermana, hija de su padre.


Cada uno hizo abominación con la mujer de su prójimo, cada uno contaminó pervertidamente a su nuera, y cada uno violó en ti a su hermana, hija de su padre.


Cada uno hizo abominación con la mujer de su prójimo, cada uno contaminó pervertidamente a su nuera y cada uno violó en ti a su hermana, la hija de su padre.


Y cada uno hizo abominación con la mujer de su prójimo; y cada uno contaminó su nuera torpemente; y cada uno forzó en ti a su hermana, hija de su padre.


Y cada vno hizo abominacion con la muger de ſu proximo: y cada vno cõtaminó ſu nuera torpemente: y cada vno forçó enti à ſu hermana hija desu padre.


Hay quienes cometen adulterio con la mujer de su prójimo, o tienen relaciones vergonzosas con su nuera, o hacen violencia a una media hermana.


Hay quienes cometen adulterio con la mujer de su prójimo, o tienen relaciones vergonzosas con su nuera, o hacen violencia a una medio hermana.


Hay hombres que cometen acciones inmorales con la mujer de su prójimo, otros se contaminan teniendo relaciones con sus nueras y hay quienes violan a sus hermanas, a las hijas de su propio padre.


Uno ha cometido abominación con la mujer de su prójimo, otro ha manchado a su nuera con lascivia, y en ti otro ha humillado a su hermana, la hija de su padre.


Los hombres hacen cosas detestables con las mujeres de sus vecinos. Los hombres deshonran con lascivia a sus propias nueras. Violan a sus hermanas, ¡a las hijas de su mismo papá!


Hay hombres que cometen acciones inmorales con la mujer de su prójimo, otros se contaminan teniendo relaciones con sus nueras y hay quienes violan a sus hermanas, a las hijas de su propio padre.


El adulterio con la esposa de un vecino, una nuera, una hermanastra, incluso el incesto es cosa común.


Uno ha cometido abominación con la mujer de su prójimo, otro ha manchado a su nuera con lascivia, y en ti otro ha humillado a su hermana, la hija de su padre.


Dentro de tus murallas viven hombres que cometen adulterio con la mujer de su vecino, que deshonran a sus nueras o violan a sus propias hermanas.


Algunos cometen adulterio con la mujer de su prójimo, otros tienen relaciones vergonzosas con sus nueras, y hasta hay quienes violan a su hermana, ¡a la hija de su propio padre!


En ti cada uno comete repugnancia con la esposa de su prójimo, contamina perversamente a su nuera y viola a su hermana, hija de su padre.


En ti está el hombre que comete abominación con la mujer de su prójimo, el que contamina pervertidamente a su nuera y el que mancilla a su hermana, hija de su padre.


No hay nadie en ti que no cometa actos vergonzosos con la mujer de su prójimo, ni quien no manche el honor de su nuera, ni quien no viole a su hermana por parte de padre.


Y cada uno hizo abominación con la mujer de su prójimo; y cada uno contaminó su nuera torpemente; y cada uno forzó en ti á su hermana, hija de su padre.


Otros tienen relaciones sexuales con la mujer de su prójimo, o tienen relaciones sexuales con su nuera, o violan a su medio hermana.


Otros tienen relaciones sexuales con la mujer de su prójimo, o tienen relaciones sexuales con su nuera, o violan a su medio hermana.


Nos conviene tomar constantemente en cuenta el versículo Ezequiel, 22:11 de La Santa Biblia con el propósito de reflexionar acerca de él.Quizás sería acertado cuestionarse ¿Qué trataba de decirnos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Ezequiel, 22:11? ¿En qué momentos de nuestro día a día tenemos la oportunidad de recurrir a aquello que aprendemos gracias al versículo Ezequiel, 22:11 de La Sagrada Biblia?

Hacer un análisis profundo en relación con el versículo Ezequiel, 22:11 nos ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a aproximarnos más a Dios, por eso es oportuno apoyarse en el versículo Ezequiel, 22:11 cada vez que necesitemos una luz que nos guíe y así saber qué pasos dar o para traer la paz a nuestros corazones y almas.