»En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre.
Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo.
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre.
»Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre.
Pero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo.
¶ Mas del dia ò hora, nadie lo sabe, ni aun los Angeles de los cielos, ſi no mi Padre solo.
»En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre.
»En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre.
En cuanto al día y la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo ni el Hijo; solamente el Padre lo sabe.
Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre.
»Nadie sabe cuándo será el día o la hora, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo mismo. Solamente lo sabe el Padre.
En cuanto al día y la hora, nadie sabe nada, ni los ángeles del cielo ni el Hijo; solamente el Padre lo sabe.
»Ahora bien, nadie, ni siquiera los ángeles, sabe el día ni la hora del fin. Sólo el Padre lo sabe.
»Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre.
»Sin embargo, nadie sabe el día ni la hora en que sucederán estas cosas, ni siquiera los ángeles en el cielo ni el propio Hijo. Solo el Padre lo sabe.
»Pero, en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre.
Sin embargo, nadie sabe en cuanto a aquél día y hora, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo. Solo el Padre.
»Pero acerca de aquel día y aquella hora, nadie sabe; ni siquiera los ángeles de los cielos, ni aun el Hijo, sino solo el Padre.
»En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles de los cielos. Solo mi Padre lo sabe.
Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo.
»Nadie sabe el día ni la hora en que yo vendré; no lo saben ni siquiera los ángeles del cielo. Es más, tampoco yo lo sé. Solo Dios, mi Padre, lo sabe.
»Nadie sabe el día ni la hora en que yo vendré; no lo saben ni siquiera los ángeles del cielo. Es más, tampoco yo lo sé. Solo Dios, mi Padre, lo sabe.
Es conveniente tomar en todo momento en consideración el versículo San Mateo, 24:36 de La Santa Biblia de tal forma que podamos analizarlo y pensar sobre él. Acaso deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué quiso manifestarnos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo San Mateo, 24:36? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestra vida diaria en que seremos capaces de recurrir a aquello que aprendemos gracias al versículo San Mateo, 24:36 de Las Sagradas Escrituras?
Discurrir y recapacitar sobre el versículo San Mateo, 24:36 nos resulta fundamental para llegar a a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a aproximarnos más a Dios, por esa cuestión es bueno servirse del versículo San Mateo, 24:36 siempre que nos pueda servir de guía y así saber cómo actuar o para traer paz a nuestras almas.