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San Mateo, 24:4

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San Mateo, 24:4

Jesús les contestó: —Tengan cuidado de que nadie los engañe.


Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.


Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.


Respondiendo Jesús, les dijo: —Mirad que nadie os engañe


¶ Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.


Y respondiendo IESVS, dixoles, Mirad que nadie os engañe.


Jesús les contestó: —Tengan cuidado de que nadie los engañe.


Jesús les contestó: —Tengan cuidado de que nadie los engañe.


Jesús les contestó: — Tengan cuidado de que nadie los engañe.


Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.


Jesús les contestó: —¡Tengan cuidado! No permitan que nadie los engañe.


Jesús les contestó: —Tengan cuidado de que nadie los engañe.


―No dejen que nadie los engañe —les contestó Jesús—


Jesús les respondió: «Tengan cuidado de que nadie los engañe.


Jesús les dijo: —No dejen que nadie los engañe


—Tengan cuidado de que nadie los engañe —les advirtió Jesús—.


Jesús respondió: Cuídense que nadie los engañe.


Respondió Jesús y les dijo: —Miren que nadie les engañe


Jesús les respondió: «Cuídense de que nadie los engañe.


Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.


Jesús les respondió: —¡Cuidado! No se dejen engañar.


Jesús les respondió: —¡Cuidado! No se dejen engañar.


El versiculo San Mateo, 24:4 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que es aconsejable tomar constantemente en consideración para analizarlo y pensar sobre él.Tal vez sería acertado cuestionarse ¿Qué trataba de proponernos Nuestro Padre Todopoderoso con el versículo San Mateo, 24:4? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestro día a día en que podemos hacer valer aquello que hemos aprendido gracias al versículo San Mateo, 24:4 de Las Sagradas Escrituras?

Hacer un análisis profundo sobre el versículo San Mateo, 24:4 nos ayuda a ser mejores personas y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por ese motivo es aconsejable servirse del versículo San Mateo, 24:4 todas y cada una de las veces que necesitemos una luz que nos guíe de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la tranquilidad a nuestro espíritu.