San Mateo, 24:8
Pero todo eso apenas será el comienzo de los dolores.
Y todas estas cosas, principio de dolores.
Y todo esto será principio de dolores.
Pero todo esto es solo principio de dolores.
Y todas estas cosas, son principio de dolores.
Y todas estas coſas, principio de dolores.
Pero todo eso apenas será el comienzo de los dolores.
Pero todo eso apenas será el comienzo de los dolores.
Pero todas estas calamidades serán sólo el principio de los males que han de sobrevenir.
Pero todo esto es solo el comienzo de dolores.
Todo eso será el comienzo de mucho sufrimiento.
Pero todas estas calamidades serán solo el principio de los males que han de sobrevenir.
Pero esto será sólo el principio de los horrores que vendrán.
Pero todo esto es solo el comienzo de dolores.
Sin embargo, todo eso es solo el comienzo de los dolores del parto, luego vendrán más.
Todo esto será apenas el comienzo de los dolores.
Pero todas estas cosas serán principio de dolores de parto.
Pues todas estas cosas son principio de dolores.
Todo esto será solo el comienzo de los dolores.
Y todas estas cosas, principio de dolores.
Eso es solo el principio de todo lo que el mundo sufrirá.
Eso es solo el principio de todo lo que el mundo sufrirá.
El versiculo San Mateo, 24:8 de La Sagrada Biblia consiste en algo que es preciso tener en todo momento presente a fin de analizarlo y pensar sobre él.Probablemente deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo San Mateo, 24:8? ¿Cuáles son los momentos de nuestro día a día en que seremos capaces de aprovechar lo que aprendemos gracias al versículo San Mateo, 24:8 de La Biblia?
Hacer un análisis profundo en torno a lo que se refiere el versículo San Mateo, 24:8 es un gran aporte que nos permite a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, ese es el motivo por el cual es oportuno recurrir al versículo San Mateo, 24:8 en todas aquellas ocasiones en que necesitemos palabras que nos inspiren y guíen para saber cómo proceder o para traer paz a nuestro espíritu.
