Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: “Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané.”
Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí otros dos talentos he ganado sobre ellos.
Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.
Se acercó también el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.”
Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí otros dos talentos que he ganado sobre ellos.
Y llegãdo tãbien el que auia recebido dos talentos, dixo, Señor, dos talentos me entregaste, heaqui otros dos talentos he ganado ſobre ellos.
Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: “Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané.”
Después llegó el empleado que había recibido las dos mil monedas, y dijo: “Señor, usted me dio dos mil, y aquí tiene otras dos mil que gané.”
Llegó después el que había recibido dos talentos, y dijo: “Señor, tú me entregaste dos talentos; mira, he logrado duplicarlos”.
Llegando también el de los dos talentos, dijo: «Señor, me entregaste dos talentos; mira, he ganado otros dos talentos».
Después, el hombre que había recibido 2000 monedas se le acercó y le dijo: “Señor, usted me dejó encargado de 2000 monedas, aquí están 2000 más que yo gané”.
Llegó después el que había recibido dos talentos, y dijo: «Señor, tú me entregaste dos talentos; mira, he logrado duplicarlos».
»El que había recibido los veinte mil presentó su informe: Señor, me diste veinte mil pesos y aquí tienes cuarenta mil.
Llegando también el de los dos talentos, dijo: “Señor, usted me entregó dos talentos; mire, he ganado otros dos talentos”.
»Se presentó el siervo que había recibido las dos bolsas de plata y dijo: “Amo, usted me dio dos bolsas de plata para invertir, y he ganado dos más”.
Llegó también el que recibió dos mil monedas. “Señor —informó—, usted me encargó dos mil monedas. Mire, he ganado otras dos mil”.
Al acercarse también el que recibió los dos talentos, dijo: Señor, me entregaste dos talentos. Mira, gané otros dos talentos.
Y cuando se presentó el que había recibido dos mil monedas, dijo: “Señor, me entregaste dos mil monedas; he aquí he ganado otras dos mil”.
El que había recibido las dos mil monedas dijo: “Señor, tú me entregaste dos mil monedas, y con ellas he ganado otras dos mil; aquí las tienes.”
Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí otros dos talentos he ganado sobre ellos.
»Después llegó el empleado que había recibido dos mil monedas, y le dijo: “Señor, usted me dio dos mil monedas, y aquí tiene otras dos mil que yo gané.”
»Después llegó el empleado que había recibido dos mil monedas, y le dijo: “Señor, usted me dio dos mil monedas, y aquí tiene otras dos mil que yo gané.”
El versiculo San Mateo, 25:22 de los Textos Sagrados que componen la Biblia consiste en algo que es aconsejable tener siempre presente para reflexionar acerca de él.Probablemente deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué trataba de manifestarnos Dios Padre con el versículo San Mateo, 25:22? ¿En qué coyunturas de nuestra vida cotidiana podemos recurrir a aquello que aprendemos gracias al versículo San Mateo, 25:22 de La Sagrada Biblia?
Hacer un análisis profundo sobre el versículo San Mateo, 25:22 nos es de gran ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, por eso es aconsejable recurrir al versículo San Mateo, 25:22 todas y cada una de las veces que nos pueda servir de guía de modo que podamos saber qué pasos dar o para traer la serenidad a nuestros corazones.