<

Salmos, 55:1

>

Salmos, 55:1

1 (2) Dios mío, escucha mi oración; no desatiendas mi súplica.


ESCUCHA, oh Dios, mi oración, Y no te escondas de mi súplica.


Escucha, oh Dios, mi oración, Y no te escondas de mi súplica.


Escucha, Dios, mi oración y no te escondas de mi súplica


Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.


Al Vencedor; en Neginoth. Maskil. de Dauid.


1


1 (2) Dios mío, escucha mi oración; no desatiendas mi súplica.


Al maestro del coro. Para instrumentos de cuerda. Poema de David.


Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.


Dios mío, escucha mi oración, no pases por alto mi ruego.


Escucha, oh Dios, mi oración, no ignores mi súplica


Escucha mi plegaria, oh Dios; no te ocultes cuando clamo a ti.


Escucha, oh Dios, mi oración, Y no te escondas de mi súplica.


Escucha mi oración, oh Dios; ¡no pases por alto mi grito de auxilio!


Escucha, oh Dios, mi oración; no pases por alto mi súplica.


Oh ʼELOHIM, escucha mi oración, Y no te escondas de mi súplica.


Atiende, oh Dios, mi oración; no te escondas ante mi súplica.


Dios mío, ¡escucha mi oración! No te escondas; ¡atiende mi súplica!


Al Músico principal: en Neginoth: Masquil de David. ESCUCHA, oh Dios, mi oración, Y no te escondas de mi súplica.


1 (2) Dios mío, no me des la espalda; presta oído a mi oración.


1 (2) Dios mío, no me des la espalda; presta oído a mi oración.


El versiculo Salmos, 55:1 de La Sagrada Biblia es algo que nos conviene tener en todo momento presente de tal forma que podamos meditar acerca de él. ¿Qué trataba de proponernos Dios, Creador del Cielo y de la Tierra con el versículo Salmos, 55:1? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida cotidiana en que podemos aprovechar aquello que hemos aprendido gracias al versículo Salmos, 55:1 de La Sagrada Biblia?

Discurrir y recapacitar en relación con el versículo Salmos, 55:1 nos resulta fundamental para llegar a a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a aproximarnos más a Dios, por esa cuestión es bueno acudir al versículo Salmos, 55:1 todas las veces que nos pueda servir de guía y así saber cómo proceder o para traer paz a nuestros corazones y almas.