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Romanos, 8:18

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Romanos, 8:18

Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después.


Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.


Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.


Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse


Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.


Porque yo me resueluo, en que loque en eſte tiempo ſe padece, no es decomparar con la gloria venidera que en noſotros ha de ſer manifestada.


Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después.


Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después.


Considero, por lo demás, que los sufrimientos presentes no tienen comparación con la gloria que un día se nos descubrirá.


Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada.


Yo reconozco que tenemos que sufrir ahora, pero esos sufrimientos no son nada comparados con toda la gloria que vamos a recibir después.


Considero, por lo demás, que los sufrimientos presentes no tienen comparación con la gloria que un día se nos descubrirá.


Sin embargo, lo que ahora sufrimos no tiene comparación con la gloria que se nos dará después


Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la gloria que nos ha de ser revelada.


Sin embargo, lo que ahora sufrimos no es nada comparado con la gloria que él nos revelará más adelante.


De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse a nosotros.


Considero que los sufrimientos actuales no merecen compararse con la gloria que se nos manifestará.


Porque considero que los padecimientos del tiempo presente no son dignos de comparar con la gloria que pronto nos ha de ser revelada.


Pues no tengo dudas de que las aflicciones del tiempo presente en nada se comparan con la gloria venidera que habrá de revelarse en nosotros.


Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.


Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él.


Estoy seguro de que los sufrimientos por los que ahora pasamos no son nada, si los comparamos con la gloriosa vida que Dios nos dará junto a él.


El versiculo Romanos, 8:18 de La Sagrada Biblia consiste en algo que debemos tomar constantemente en consideración con el fin de meditar acerca de él.Probablemente deberíamos preguntarnos ¿Qué trataba de manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo Romanos, 8:18? ¿En qué ocasiones de nuestra vida diaria podemos recurrir a lo que hemos aprendido gracias al versículo Romanos, 8:18 de Las Sagradas Escrituras?

Hacer un análisis profundo acerca de el versículo Romanos, 8:18 es un gran aporte que nos permite a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a aproximarnos más a Dios, esa es la razón por la cual es útil servirse del versículo Romanos, 8:18 en todas aquellas ocasiones en que precisemos que la palabra de Dios, Nuestro Señor nos indique el camino a seguir de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestras almas.