<

GÉNESIS 20

>
20
Abrahán, Sara y Abimélec#20,1-18: Duplicado del relato de 12,10-20, aunque este presenta rasgos de una moral más avanzada. Ver también 26,6-11.
1Desde allí Abrahán se dirigió hacia la región del Négueb, estableciéndose entre Cadés y Sur. Mientras vivió en Guerar,#10,19; 14,7; 16,7.14. 2cuando Abrahán hablaba de Sara, su mujer, decía que era su hermana. Entonces Abimélec, rey de Guerar, mandó que le trajeran a Sara. 3Pero aquella noche Abimélec tuvo un sueño, en el que Dios le dijo:
— Vas a morir a causa de la mujer que has tomado, porque ella es una mujer casada. 4Abimélec, que aún no se había acostado con ella, respondió:
— Señor, ¿serás capaz de matar a un inocente? 5Fue él quien me dijo que era su hermana y ella que él era su hermano. Lo hice de buena fe y actuando limpiamente.
6Dios le replicó en sueños:
— Sí, ya sé que lo hiciste de buena fe; por eso no permití que la tocaras, para que no pecaras contra mí. 7Pero ahora devuélvele la mujer a ese hombre. Él es un profeta, y va a interceder en favor tuyo para que salves tu vida. Pero, si no se la devuelves, ten por seguro que tú y los tuyos morirán.
8Abimélec se levantó de madrugada y llamó a todos sus criados. Les contó confidencialmente lo que había soñado, y ellos se asustaron mucho. 9Después Abimélec llamó a Abrahán y le dijo:
— ¿Por qué nos has hecho esto? ¿Qué mal te he causado yo para que nos expusieras a mí y a mi reino a cometer un pecado tan grave? Eso que me has hecho no se le hace a nadie. 10Y añadió:
— ¿Qué te ha movido a actuar de ese modo?
11Y Abrahán contestó:
— Yo pensé que en esta región nadie respetaría a Dios y que, por tanto, me matarían para quedarse con mi mujer. 12Aunque es cierto que ella es mi hermana: es hija de mi padre, aunque no de mi madre; y también es mi mujer#20,12: y también es mi mujer: En tiempos antiguos los matrimonios en este grado de parentesco estaban permitidos (ver 2 Sm 13,13); más adelante fueron prohibidos por la ley (Lv 18,9.11; 20,17).. 13Cuando Dios me hizo andar errante, lejos de la casa de mi padre, le pedí a ella que me hiciese el favor de decir en todos los sitios adonde llegásemos que yo era su hermano.
14Abimélec tomó entonces ovejas y vacas, criados y criadas, se los dio a Abrahán y le devolvió también a Sara, su mujer. 15Y le dijo:
— Ahí tienes mi territorio, establécete donde mejor te parezca.
16Y a Sara le dijo:
— He dado a tu hermano mil siclos de plata, que servirán para defender tu buena fama ante todos los tuyos y restablecer tu reputación#20,16: mil siclos: Para la equivalencia actual, ver TABLA DE PESAS, MEDIDAS Y MONEDAS.— servirán para defender tu buena fama ante todos los tuyos y restablecer tu reputación: Traducción conjetural de un texto hebreo oscuro que ha llegado a nosotros en forma deficiente. Lit. sería: servirán para los tuyos como venda en los ojos..
17Entonces Abrahán oró a Dios que sanó a Abimélec, a su mujer y a sus concubinas para que de nuevo pudieran tener hijos, 18porque Dios, a causa de Sara, la mujer de Abrahán, había hecho estériles a todas las mujeres en la casa de Abimélec.

Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 20 del Génesis se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.

El libro Génesis de la Biblia tiene 50 capítulos. Y en el capítulo 20 podemos encontrar 18 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.

No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 20 del libro Génesis de la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 20 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 20 de la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.