34
Rapto de Dina
1Un día Dina, la hija que Jacob había tenido con Lía, fue a visitar a las muchachas de aquella tierra. 2La vio Siquén, hijo de Jamor, el jeveo#34,2: el jeveo: Este era uno de los pueblos que habitaban Canaán, antes de la llegada de los israelitas. Ver Ex 3,17., señor de aquella tierra, y por la fuerza se acostó con ella y la violó. 3Pero después Siquén no pudo quitarse de la cabeza a Dina, la hija de Jacob, porque se había enamorado de ella; así que trató de ganarse su amor. 4Dijo, pues, a su padre Jamor:
— Consígueme a esa muchacha para que sea mi mujer.
5Jacob se enteró de que Siquén había violado a Dina, pero como sus hijos estaban en el campo con el ganado, no dijo nada hasta su regreso. 6Mientras tanto Jamor, padre de Siquén, fue a ver a Jacob para hablar con él.
7Cuando los hijos de Jacob regresaron del campo y supieron lo que había sucedido, se sintieron ultrajados y se llenaron de ira porque era una ofensa imperdonable#34,7: ofensa imperdonable: En hebreo: una nebalah, es decir, una villanía, un acto abominable que exige un castigo severo. Ver Dt 22,21; Jos 7,15; Jue 20,10; Jr 29,23. para Israel el que Siquén hubiese violado a la hija de Jacob; era algo que nunca debió haber hecho. 8Pero Jamor habló con ellos y les dijo:
— Mi hijo Siquén se ha enamorado de su hermana. Por favor, permitan que él la tome como esposa. 9Así emparentaremos: dennos sus hijas, tomen ustedes las nuestras#34,9: dennos sus hijas, tomen ustedes las nuestras: En realidad, la ley judía prohibía este tipo de matrimonios mixtos. Ver Dt 7,2-3. 10y quédense a vivir con nosotros. Esta tierra está a su disposición; vivan en ella, hagan negocios y adquieran posesiones.
11Siquén, por su parte, dijo al padre y a los hermanos de Dina:
— Sean benévolos conmigo y les daré cuanto me pidan#34,11: les daré cuanto me pidan: Ver nota 29,18.. 12Impónganme una dote alta y regalos valiosos por la muchacha y les daré lo que me pidan, con tal de que me la den en matrimonio.
13Los hijos de Jacob, ultrajados por lo que Siquén había hecho a su hermana Dina, respondieron con engaño a Jamor y a su hijo, 14diciéndoles:
— No podemos hacer lo que nos pedís, dando nuestra hermana a un hombre que no está circuncidado; eso sería una afrenta para nosotros. 15Solo podemos aceptar con una condición: que ustedes sean como nosotros, es decir, que todos sus varones se circunciden. 16Así sí podremos darles a nuestras hijas y nosotros tomar a las de ustedes, viviendo entre ustedes y formando un solo pueblo. 17Pero si no aceptan nuestra condición de circuncidarse, nos marcharemos con nuestra hermana de aquí#34,8-17: … nos marcharemos con nuestra hermana de aquí: En los tratos de Jamor y Siquén con Jacob y sus hijos se da un juego de astucias. Los hijos de Jacob disimularon sus ganas de venganza y simularon amistad; Jamor, por su parte, simuló generosidad y actuó por interés (ver 34,23)..
18Jamor y Siquén estuvieron de acuerdo con esta propuesta 19y el muchacho no tardó en tratar de ejecutar lo que habían acordado, porque estaba enamorado de la hija de Jacob.
Como Siquén era la persona más respetada en su familia, 20él y su padre Jamor fueron a la puerta de la ciudad#34,20: La puerta de la ciudad: Era el sitio donde se trataban los asuntos oficiales y se realizaban las negociaciones. Ver 23,10; Rt 1,4; Sal 127,5. y hablaron así a sus conciudadanos:
21— Estos hombres son gente de paz. Dejemos que se establezcan en nuestro país y que puedan comerciar aquí, pues hay suficiente espacio para ellos. Nosotros tomaremos por esposas a sus hijas y a ellos les daremos las nuestras. 22Pero, para que ellos vivan entre nosotros y formemos un solo pueblo, ponen una sola condición: que se circunciden todos nuestros varones tal como ellos acostumbran. 23Sólo tenemos que decir que sí y ellos se quedarán a vivir con nosotros; entonces sus ganados, sus posesiones y todos sus animales serán nuestros.
24Todos los que estaban presentes en la puerta de la ciudad aceptaron la propuesta de Jamor y de su hijo Siquén; así que todos los varones fueron circuncidados. 25Pero tres días después, cuando los circuncidados estaban más doloridos, dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina#34,25: hermanos de Dina: Simeón y Leví eran hijos de Jacob y Lía, por tanto eran hermanos de Dina por parte de padre y madre., empuñaron cada uno su espada, entraron en la indefensa ciudad y mataron a todos los varones. 26Mataron también a filo de espada a Jamor y a su hijo Siquén; luego sacaron a Dina de casa de Siquén y se marcharon. 27Los otros hijos de Jacob también fueron y, pasando sobre los cadáveres, saquearon la ciudad en venganza por el ultraje cometido contra su hermana. 28Se apoderaron de sus ovejas, vacas y asnos, de todo cuanto había en la ciudad y en el campo; 29se llevaron todas las riquezas, incluidos sus niños y mujeres, y saquearon todo lo que encontraron en las casas.
30Entonces Jacob les dijo a Simeón y Leví:
— Me han ocasionado la ruina haciéndome enemigo de los habitantes de esta tierra, los cananeos y los fereceos. Yo cuento con muy pocos hombres y si ellos se alían contra mí y me atacan; acabarán conmigo y con toda mi familia.
31Pero ellos replicaron:
— ¿Íbamos a permitir que tratasen a nuestra hermana como a una ramera?
Desde el inicio de los tiempos Dios se comunica con nosotros. Para ello la sagrada Biblia es un vehículo muy poderoso, ya que es la palabra del Señor plasmada en negro sobre blanco. Como ya sabrás, existen varias versiones de las Sagradas Escrituras, hechas en pos de una mejor comprensión de la palabra del Señor. En la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' encontramos que el capítulo 34 del Génesis se nos muestra de la forma que podemos ver a continuación.
El libro Génesis de la Biblia tiene 50 capítulos. Y en el capítulo 34 podemos encontrar 31 versículos, en los que Dios nos revela sus enseñanzas y nos indica a través de su inmensa sabiduría, amor y bondad, la forma en la que debemos obrar y acercarnos a Él.
No nos cabe duda de que leyendo el capítulo 34 del libro Génesis de la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' de la Sagrada Biblia te será fácil comprender como nuestro amado Padre nunca nos deja solos, y que en los textos que dejó para nosotros es posible hallar todas las respuestas que necesitamos. Recuerda que siempre puedes leer el capítulo 34 en alguna de las otras versiones de la Biblia que tenemos para ti, aunque es un ejercicio muy interesante que hayas optado por leer ahora el capítulo 34 de la versión 'La Biblia Hispanoamericana Traducción Interconfesional versión hispanoamericana' de la Santa Biblia.