<

Hechos, 10:30

>

Hechos, 10:30

Cornelio contestó: —Hace cuatro días, como a esta misma hora, yo estaba aquí en mi casa haciendo la oración de las tres de la tarde, cuando se me apareció un hombre vestido con ropa brillante.


Entonces Cornelio dijo: Cuatro días ha que á esta hora yo estaba ayuno; y á la hora de nona estando orando en mi casa, he aquí, un varón se puso delante de mí en vestido resplandeciente.


Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente


Entonces Cornelio dijo: —Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente


Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días hasta esta hora yo estaba en ayuno; y a la hora novena mientras oraba en mi casa, he aquí un varón se puso delante de mí en vestido resplandeciente.


Entõces Cornelio dixo, Quatro dias ha que à eſta hora yo eſtaua ayuno: y à la hora de las nueue estando orãdo en mi caſa, heaqui vn varon ſe puso delante de mi en veſtido reſplandeciente.


Cornelio contestó: —Hace cuatro días, como a esta misma hora, yo estaba aquí en mi casa haciendo la oración de las tres de la tarde, cuando se me apareció un hombre vestido con ropa brillante.


Cornelio contestó: —Hace cuatro días, como a esta misma hora, yo estaba aquí en mi casa haciendo la oración de las tres de la tarde, cuando se me apareció un hombre vestido con ropa brillante.


Entonces Cornelio respondió: — Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo aquí en mi casa ocupado en la oración de la tarde, cuando, de pronto, se presentó ante mí un hombre vestido con una túnica


Y Cornelio dijo: A esta misma hora, hace cuatro días, estaba yo orando en mi casa a la hora novena; y he aquí, un hombre con vestiduras resplandecientes, se puso delante de mí


Entonces Cornelio dijo: —Hace cuatro días estaba orando en mi casa a esta misma hora, las tres de la tarde, y de pronto un hombre con ropa muy brillante se apareció delante de mí.


Entonces Cornelio respondió: —Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo aquí en mi casa ocupado en la oración de la tarde, cuando, de pronto, se presentó ante mí un hombre vestido con una túnica


―Hace cuatro días —contestó Cornelio—, mientras oraba en la tarde como es mi costumbre, se me presentó de pronto un hombre vestido con un manto resplandeciente.


Y Cornelio respondió: «Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo orando en mi casa a la hora novena; y un hombre con vestiduras resplandecientes, se puso delante de mí


Cornelio contestó: —Hace cuatro días, yo estaba orando en mi casa como a esta misma hora, las tres de la tarde. De repente, un hombre con ropa resplandeciente se paró delante de mí.


Cornelio contestó: —Hace tres días a esta misma hora, las tres de la tarde, estaba yo en casa orando. De repente apareció delante de mí un hombre vestido con ropa brillante


Cornelio respondió: Hace cuatro días a las tres de la tarde, yo hablaba con Dios en mi casa. Ahí apareció un hombre con ropa resplandeciente delante de mí


Entonces dijo Cornelio: —Hace cuatro días como a esta hora, como las tres de la tarde, yo estaba orando en mi casa. Y he aquí, un hombre en vestiduras resplandecientes se puso de pie delante de mí


Cornelio le dijo: «Hace cuatro días, como a esta hora, es decir, a las tres de la tarde, yo estaba orando en mi casa. De pronto, vi que delante de mí estaba un varón vestido con ropas resplandecientes


Entonces Cornelio dijo: Cuatro días ha que á esta hora yo estaba ayuno; y á la hora de nona estando orando en mi casa, he aquí un varón se puso delante de mí en vestido resplandeciente.


Cornelio le respondió: —Hace cuatro días, como a las tres de la tarde, yo estaba aquí en mi casa, orando. De pronto se me apareció un hombre con ropa muy brillante


Cornelio le respondió: —Hace cuatro días, como a las tres de la tarde, yo estaba aquí en mi casa, orando. De pronto se me apareció un hombre con ropa muy brillante


El versiculo Hechos, 10:30 de La Biblia es algo que es muy recomendable tener en todo momento presente con el objetivo de hacer una reflexión acerca de él.Tal vez deberíamos hacernos la pregunta ¿Qué quiso manifestarnos Dios Nuestro Señor con el versículo Hechos, 10:30? ¿En qué ocasiones de nuestra vida cotidiana podemos aplicar lo que hemos alcanzado a saber gracias al versículo Hechos, 10:30 de La Sagrada Biblia?

El hecho de reflexionar sobre el versículo Hechos, 10:30 nos resulta fundamental para llegar a a ser mejores cristianos y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, por ese motivo es aconsejable acudir al versículo Hechos, 10:30 siempre que nos pueda servir de guía de modo que podamos saber en qué forma acturar o para traer la paz a nuestros corazones.