<

Hechos, 20:5

>

Hechos, 20:5

Estos hermanos se adelantaron y nos esperaron en Tróade.


Estos yendo delante, nos esperaron en Troas.


Estos, habiéndose adelantado, nos esperaron en Troas.


Estos, habiéndose adelantado, nos esperaron en Troas.


Estos yendo delante, nos esperaron en Troas.


Estos yendo delante, eſperaron nos en Troas.


Estos hermanos se adelantaron y nos esperaron en Tróade.


Estos hermanos se adelantaron y nos esperaron en Tróade.


Estos se nos adelantaron y nos esperaron en Troas.


Pero estos se habían adelantado y nos esperaban en Troas.


Ellos se fueron antes que Pablo y nos esperaron en la ciudad de Troas.


Estos se nos adelantaron y nos esperaron en Troas.


Los acompañantes partieron primero y nos esperaron en Troas.


Pero estos se habían adelantado y nos esperaban en Troas.


Ellos se adelantaron y nos esperaron en Troas.


Estos se adelantaron y nos esperaron en Troas.


Ellos se adelantaron, y nos esperaban en Troas.


Estos salieron antes y nos esperaron en Troas.


Pero ellos se adelantaron y nos esperaron en Troas.


Estos yendo delante, nos esperaron en Troas.


Todos ellos viajaron antes que nosotros y nos esperaron en la ciudad de Tróade.


Todos ellos viajaron antes que nosotros y nos esperaron en la ciudad de Tróade.


El versiculo Hechos, 20:5 de La Sagrada Biblia es algo que hay que tener constantemente presente de manera que podamos reflexionar acerca de él. Acaso deberíamos preguntarnos ¿Qué intentaba proponernos el Señor con el versículo Hechos, 20:5? ¿Cuáles serán las coyunturas de nuestra vida cotidiana en que podemos recurrir a lo que hemos llegado a saber gracias al versículo Hechos, 20:5 de Las Sagradas Escrituras?

Dedicar tiempo a la meditación acerca de el versículo Hechos, 20:5 nos supone una ayuda a ser más agradables a los ojos de el Creador del Cielo y de la Tierra y a avanzar en nuestro camino hacia la Gracia de Dios, esa es la razón por la cual es bueno servirse del versículo Hechos, 20:5 siempre que nos pueda servir de guía y así saber qué pasos dar o para traer paz a nuestros corazones y almas.