Me dediqué entonces a adquirir conocimientos, y a estudiar y buscar algunas sabias conclusiones. Y pude darme cuenta de que es malo ser necio, y una locura ser estúpido.
Yo he rodeado con mi corazón por saber, y examinar, é inquirir la sabiduría, y la razón; y por conocer la maldad de la insensatez, y el desvarío del error
Me volví y fijé mi corazón para saber y examinar e inquirir la sabiduría y la razón, y para conocer la maldad de la insensatez y el desvarío del error.
Me volví entonces, y apliqué mi corazón a saber, examinar y buscar la sabiduría y la razón, para conocer la maldad de la insensatez y el desvarío del error.
Yo he rodeado con mi corazón por saber, y examinar, e inquirir la sabiduría, y la razón; y por saber la maldad de la locura, y el desvarío del error
Yo he rodeado, y mi coraçon, por ſaber, y examinar, y inquirir la ſabiduria, y, la razon: y por ſaber la maldad de la locura y el desuario del error
Me dediqué entonces a adquirir conocimientos, y a estudiar y buscar algunas sabias conclusiones. Y pude darme cuenta de que es malo ser necio, y una locura ser estúpido.
Me dediqué entonces a adquirir conocimientos, y a estudiar y buscar algunas sabias conclusiones. Y pude darme cuenta de que es malo ser necio, y una locura ser estúpido.
Me dediqué a conocer, examinar y buscar sabiduría y perspicacia, para reconocer que la maldad es necedad, y la insensatez, locura.
Dirigí mi corazón a conocer, a investigar y a buscar la sabiduría y la razón, y a reconocer la maldad de la insensatez y la necedad de la locura.
Estudié y traté de encontrar la verdadera sabiduría, una razón para cada cosa, y aprendí que no tiene sentido ser malo y que es insensato actuar como un tonto.
Me dediqué a conocer, examinar y buscar sabiduría y perspicacia, para reconocer que la maldad es necedad, y la insensatez, locura.
Investigué por doquier resuelto a hallar sabiduría y la razón de las cosas, y a comprobar que la insensatez es maldad y la necedad locura.
Dirigí mi corazón a conocer, A investigar y a buscar la sabiduría y la razón, Y a reconocer la maldad de la insensatez Y la necedad de la locura.
Busqué por todas partes, decidido a encontrarla y a entender la razón de las cosas. Me había propuesto demostrarme a mí mismo que la maldad es una tontería y la insensatez, una locura.
Volví entonces mi atención hacia el conocimiento, para investigar e indagar acerca de la sabiduría y la razón de las cosas, y me di cuenta de la insensatez de la maldad y la locura de la necedad.
Dirigí mi corazón al saber, A escudriñar y a buscar el conocimiento y la razón. Procuré conocer cuál es la peor insensatez: La necedad de la locura.
Pero yo volví en mi corazón a conocer, a explorar y a buscar la sabiduría y la razón, para conocer lo malo de la necedad y la insensatez de la locura.
Dirigí entonces mi atención hacia el conocimiento, el estudio y la investigación de la sabiduría y el razonamiento, para conocer la maldad de la insensatez y el desvarío del error
Yo he rodeado con mi corazón por saber, y examinar, é inquirir la sabiduría, y la razón; y por conocer la maldad de la insensatez, y el desvarío del error
Entonces decidí investigar todo lo que pudiera acerca de la sabiduría y llegar a una conclusión. Así pude darme cuenta de que ser malo es una tontería, y que ser tonto es una locura.
Entonces decidí investigar todo lo que pudiera acerca de la sabiduría y llegar a una conclusión. Así pude darme cuenta de que ser malo es una tontería, y que ser tonto es una locura.
El versiculo Eclesiastés, 7:25 de La Sagrada Biblia es algo que es aconsejable tener constantemente presente de tal forma que podamos reflexionar acerca de él.Tal vez sería adecuado preguntarse ¿Qué pretendía proponernos Nuestro Padre que está en los Cielos con el versículo Eclesiastés, 7:25? ¿Cuáles son las ocasiones de nuestro día a día en que podemos hacer valer aquello que aprendemos gracias al versículo Eclesiastés, 7:25 de Las Sagradas Escrituras?
Reflexionar sobre el versículo Eclesiastés, 7:25 nos supone una ayuda a ser capaces de acercarnos más al mensaje de Nuestro Señor y a elevar nuestra alma hacia Dios, por esa cuestión es útil servirse del versículo Eclesiastés, 7:25 en todas aquellas ocasiones en que pueda servirnos de guía para saber en qué forma acturar o para traer la serenidad a nuestro espíritu.